Un fármaco en pruebas desarrollado en España da resultados esperanzadores en pacientes con cáncer avanzado
El MSC-1, desarollado en España, da esperanza a pacientes con tumores sólidos avanzados
El equipo del doctor Joan Seoane de Barcelona lograr que el tumor pare en el 23% de los pacientes de una primera fase del ensayo clínico
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El equipo del doctor Joan Seoane, del Hospital de Vall d’Hebron de Barcelona, ha probado con éxito la seguridad y la tolerancia del fármaco MSC-1 en pacientes con cáncer sólido avanzado. Este hallazgo supone un halo de esperanza para pacientes con cánceres como el de páncreas que, a día de hoy tiene muy mal pronóstico y cuyos síntomas deben ser detectados de forma muy precoz.
De hecho, uno de los 41 pacientes que han participado en esta primera fase del ensayo, tenía un cáncer de este tipo y con este tratamiento experimental ha logrado la reducción de un 40 % del tumor. A esta persona otros cuatro tratamientos previos no le funcionaron.
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En más de 23% de los pacientes, el tumor para de crecer
El estudio, que se ha publicado en la revista ESMO Open, se ha llevado a cabo con pacientes con tumores sólidos avanzados de colon, cabeza y cuello, ovario y próstata, además del de páncreas, que no respondieron a otras medicaciones. En nueve de estos enfermos, es decir, el 23,7 %, el tumor paró de crecer.
El siguiente paso, tras probar la seguridad del MSC-1 y que no había efectos adversos graves, es seguir probarlo con más pacientes, hasta 115 de distintos países.
El MSC-1, una nueva diana terapéutica
El anticuerpo monoclonal MSC-1 bloquea la proteína LIF, que utilizan varios tumores para crecer más rápido y evadir el sistema inmunitario.
“Esta proteína está involucrada en diversos procesos fisiológicos y patológicos. De hecho, participa en el desarrollo embrionario”, explica el doctor Joan Seoane. Sin embargo, en “algunos tipos de cáncer los niveles de LIF están alterados, de manera que el tumor se apropia de las funciones de esta proteína para desactivar el sistema inmune contra las células tumorales y para incrementar el número de células madre tumorales, impulsando el crecimiento y la progresión del tumor”.
El anticuerpo MSC-1 bloquea la señalización de la proteína LIF de forma que, por un lado, activa la respuesta inmune antitumoral y por el otro, inhibe las células madre tumorales en pacientes con tumores sólidos avanzados. El doctor señala que su estudio avala “nuestra hipótesis de que LIF podría ser una diana terapéutica para tratar a pacientes con tumores sólidos avanzados”.