Los sindicatos piden cambios y Correos niega que sus protocolos estén desfasados
Correos desmiente las informaciones que hablan de brecha de seguridad en sus protocolos
Correos dice que el 100% de los paquetes sospechosos pasan por los escáner
El Mundo ha desvelado que los protocolos llevan 12 años sin actualizarse y que es escaso el material que pasa por el escáner
Los responsables de Correos se han reunido este martes con los sindicatos para abordar el envío de cartas amenazantes a miembros del Gobierno a través de su servicio postal. Los jefes de Relaciones Laborales y de Seguridad de la empresa pública explicaron a sus interlocutores que la competencia en materia de seguridad depende de la empresa subcontratada, INV Vigilancia. A la empresa ya se le ha abierto un expediente muy grave en el cumplimiento del contrato y se ha exigido la salida del operario encargado del control de seguridad en el Centro de Tratamiento Automatizado de Vallecas (Madrid), donde pasaron por error los sobres a Fernando Grande-Marlaska, Pablo Iglesias y María Gámez.
Pero estos errores parece que pueden empezar a tener su explicación. Según desvela El Mundo, el Servicio Postal señala que solo pasan por los escáneres de seguridad un 4% de los envíos que gestiona Correos. El resto no pasa por los escáneres. No solo eso. Correos ha admitido a los sindicatos mayoritarios del Servicio Postal, UGT y CCOO que los protocolos de seguridad llevan 12 años sin actualizarse.
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No obstante, Correos desmiente esta versión de los hechos y ha especificado a Informativos Telecinco que el volumen de admisión diario de envíos en el momento actual está en torno a los cinco millones, y el 100% de los considerados de riesgo pasan por "nuestros escáneres". En este sentido, consideran que "en el sistema de Correos no ha existido brecha de seguridad, ya que los proyectiles cursados en nuestra red, la semana pasada, quedaron registrados en nuestro sistema aunque desgraciadamente, por un error ajeno a nuestros protocolos, siguieron su curso hacia su destino".
"Correos señala que lleva garantizando la seguridad de la red postal y la integridad de sus empleados y clientes desde hace 30 años colaborando el esclarecimiento de delitos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "que superan el ámbito postal", señalan desde el organismo.
Correos defiende la vigencia de sus protocolos de actuación, aunque deja claro que el Departamento de Seguridad trabaja todos los días en el mantenimiento y actualización de los sistemas de seguridad electrónica instalados en más de 2.600 oficinas y en la renovación de su parque de escáneres. Correos reconoce que ante la gravedad de los hechos acaecidos se ha reforzado la seguridad y el nivel de alerta de las operaciones.
Tanto Amador Santos, subdirector general de Relaciones Laborales, como Javier Pomares, jefe de Seguridad, admitieron a los sindicatos que los escáneres de rayos X no tienen una fiabilidad del cien por cien, según El Correo, ya que depende de la posición del objeto, en este caso de las balas y la navaja que estaba colocado entre dos CD y envuelta en papel de periódico. No obstante, para descargar la responsabilidad indirecta de la compañía, advirtieron que estos objetos tampoco fueron identificados en el Ministerios del Interior ni en a Dirección General de la Guardia Civil, tal y como también confirmó Informativos Telecinco.
El sindicato CSIF ya ha exigido a Correos un informe técnico en el que se describa el funcionamiento de los escáneres y la revisión de los protocolos de seguridad (incluido las jornadas de trabajo de los vigilantes de seguridad). Tanto UGT como CCOO han reclamado una investigación en profundidad y no un cierre en falso de lo sucedido atribuyendo únicamente la responsabilidad al vigilante.
En el plano de la investigación, que llevan los servicios de información de Policía y Guardia Civil y las unidades de Científica, los primeros análisis realizados sobre las cartas con amenazas y balas enviadas el lunes 19 de abril no han encontrado huellas dactilares ni genéticas (ADN) de su autor. Balística continúa examinando la munición