Son algunas de las imágenes más impresionantes que está dejando el recorrido de las coladas de algunas casas aisladas que se han salvado incomprensiblemente. Será por la orografía, pero están intactas, rodeadas completamente por la lava. En este río de destrucción es posible divisar una suerte de milagros aislados que destacan sobre la negrura. Especialmente llamativo es el caso de una vivienda de color azul que a las nueve de la mañana de ayer aparece rodeada y en la trayectoria de la lava. Parecía que sería engullida sin remedio, pero hoy la encontramos aún en pie, flanqueada de muros ardientes y con otra zona intacta en su trasera.
Impresiona aún más si observamos el panorama desolado que se extiende ladera abajo. A su izquierda apreciamos un núcleo de viviendas también ilesas. Están justo en medio de la bifurcación de la colada. La duda es saber si ya están a salvo o si esa masa de lava continuará avanzando hacia ellas. Una disyuntiva que vale también para esta otra zona amenazada por la vanguardia de la colada que se observa en la derecha de la pantalla. Hay casos en los que el desastre pasa, literalmente, rozando. Le ocurre a esta vivienda. Ya ayer la observamos con la lava pegada, en serio peligro. Hoy está exactamente igual. No hay daños visibles desde el exterior. Pero tanto esta como el resto de viviendas han sufrido en los cimientos y en la estructura los estragos de la lava; son símbolos de resistencia que difícilmente volverán a ser habitables.