El Rey llama a los líderes de la OTAN a no caer en el pesimismo frente a las nuevas y las antiguas amenazas
El rey agradece que la OTAN haya elegido España como "el lugar para escribir este nuevo capítulo"
Don Felipe ha vuelto a denunciar la "injustificable agresión contra Ucrania"
Don Felipe ha vuelto ha insistir en su mensaje de unidad entre los aliados
El Rey Felipe VI ha defendido este martes que el pesimismo no puede ser una opción en un momento en que el mundo se enfrenta a antiguas amenazas, como Rusia, combinadas con otras nuevas, instando a los líderes de la OTAN a mirar hacia el futuro con determinación para poder brindar a sus ciudadanos la seguridad y la paz que anhelan.
MÁS
Don Felipe ha arrancado el brindis a los asistentes a la cena recordando la anterior ocasión en que España acogió una cumbre de la OTAN, en 1997. Entonces, el anfitrión en la cena fue su padre, Juan Carlos I, pero como ha destacado también se produjo "en tiempos de intensos cambios y de remodelación no solo en Europa".
En aquella ocasión, la Alianza dio "los primeros pasos" en su ampliación a los países del este de Europa con la esperanza de dejar atrás la Guerra Fría. "No podemos ignorar el profundo simbolismo de estos dos momentos históricos en los que España y la ciudad de Madrid han dado la bienvenida a la OTAN para su cumbre anual", ha resaltado.
Antes prevalecía "un espíritu de optimismo" tras la caída del Muro de Berlín
En aquel momento, prevalecía "un espíritu de optimismo" tras la caída del Muro de Berlín pero ahora "la realidad geoestratégica ha cambiado radicalmente", ha reconocido, y "nos enfrentamos a la fusión tanto de las viejas como de las nuevas amenazas", en alusión a Rusia en primer término a Rusia.
Don Felipe ha vuelto a denunciar la "injustificable agresión contra Ucrania" y ha expresado palabras de reconocimiento para los ucranianos, subrayando que "ningún país no está afectado por esta guerra", pero también ha recordado aún persiste "la lacra del terrorismo" y sus "consecuencias humanas y morales, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras".
El sistema internacional está siendo sometido a "una profunda transformación, que conlleva algunos riesgos que podrían golpear el propio corazón de las sociedades libres, plurales y democráticas" y están emergiendo amenazas híbridas y cibernéticas, ha subrayado el monarca, advirtiendo del impacto que podrían tener.
El rey asegura que es momento de "realismo estratégico"
"El optimismo estratégico de 1997 debe abrir camino no al pesimismo sino al realismo estratégico", ha asegurado Felipe VI, defendiendo que la cumbre que acoge Madrid debe mirar al futuro y "ofrecer la convicción, la dirección y los instrumentos para adaptarnos a esta nueva realidad estratégica y para caminar con determinación hacia un futuro en el que nuestras sociedades puedan sentirse a salvo y vivir en paz".
10 vídeos
Don Felipe ha vuelto ha insistir en su mensaje de unidad entre los aliados, a quienes ha advertido de que "la magnitud de los desafíos a los que nos enfrentamos requiere que extendamos esta unidad a toda una serie de socios estratégicos con los que compartimos valores, principios y objetivos".
Por último, el Rey ha reivindicado el papel de España dentro de la OTAN en sus 40 años de pertenencia, "un país que miraba, y sigue mirando, al norte y al sur, al este y al oeste" y que "ha honrado sus responsabilidades" en estas cuatro décadas.
El recuerdo de Leopoldo Calvo-Sotelo
El monarca ha recordado las palabras que pronunció el entonces presidente, Leopoldo Calvo-Sotelo, en la cumbre de 1982, la primera a la que asistió España, asegurando que sería "un miembro activo y leal". "Estas palabras tienen hoy resonancia particular", ha resaltado.
"Estoy orgulloso de declarar que España sigue siendo un miembro leal de la OTAN" y sigue siendo un país "comprometido con defender y promover las conquistas más fundamentales de nuestras sociedades: democracia, libertades individuales, Derechos Humanos y el Estado de derecho".
Don Felipe ha terminado vaticinando que la Cumbre de Madrid "pasará a la historia" y agradeciendo que la Alianza haya elegido España como "el lugar para escribir este nuevo capítulo, destinado a ayudarnos a navegar hacia el futuro y estas aguas inciertas y sin explorar".