Un zoo de Colombia contrata a un pianista profesional para relajar a los animales
La música tiene un efecto balsámico sobre los animales
Mario Fernando Prado, el pianista, entusiasmado por su público diferente
La iniciativa está siendo todo un éxito
El rey de la selva escucha complacido la melodía. Es un espectador exigente y no es el único. El Zoológico de la ciudad colombiana de Cali ha contratado a un pianista profesional para ayudar a que los animales del parque se relajen.
La iniciativa está siendo todo un éxito. La música tiene un efecto balsámico sobre el temperamento de todos ellos. Mario Fernando Prado, el encargado de que el concierto no pare, está entusiasmado por enfrentarse a un público diferente al habitual. El sonido de algunas de las piezas clásicas más conocidas de la historia llega a la hora del baño para una cría de macaco. Amansar a las fieras es cosa del pasado, el futuro es convertir a los inquilinos del zoo en melómanos consumados.
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El Paratge Natural de l'Albera (Girona) detecta la presencia de turón europeo
El Paratge Natural d'Interès Nacional de l'Albera (Girona) ha detectado la presencia del turón europeo en su ámbito, según ha informado este viernes en un comunicado la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.
Se concretará la población de este roedor a través de cámaras de fototrampeo, en una acción enmarcada en el proyecto TuroCat, coordinado por el departamento, el Zoo de Barcelona y la ONG Trenca, con financiación de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Además, se prevén acciones complementarias para mejorar las condiciones ecológicas del turón, como la recuperación del conejo y el control de especies invasoras; asimismo, se liberarán ejemplares procedentes del centro de la Península Ibérica para facilitar la recuperación.
El turón está en peligro por la regresión del conejo, la presencia del visón americano y la intensificación agraria, que ha provocado la pérdida de su hábitat.
En los últimos 40 años, el turón ha desaparecido de más del 80% de su antigua zona de distribución en Catalunya; sobreviven menos de un centenar en la planicie del Baix Ter y en poblaciones muy pequeñas en otras zonas del Alt Empordà, el Baix Empordà y el Ripollès (Girona).