El Gobierno de Boris Johnson ha relajado las prohibiciones sobre la apertura de bares y restaurantes al tiempo que aumenta el entusiasmo por disfrutar después de más de un año de restricciones. Sin embargo, los virólogos advierten de la variante india, que circula mayoritariamente por el país y que podría poner contra las cuerdas el plan del gobierno de la nueva normalidad sin mascarillas y casi casi a lo loco.

Lo ha advertido el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock este domingo, que alerta sobre la alta contagiabilidad de la variante Delta, que ya es la dominante. "Es más difícil lidiar con este virus con la nueva variante Delta, aunque lo esencial es que después de dos dosis de una vacuna, estamos seguros de que tienes la misma protección que la que tenías con la antigua variante", ha explicado Hancock en SkyNews.

El ministro, además ha admitido que los planes de reapertura podrían verse alterados por la alta facilidad de contagio de Delta, que "hará difícil cumplir con la meta del 21 de junio, si bien animó a todo el mundo a vacunarse cuando el preparado sea ofrecido".

Hancock, confirmó que se transmite un 40% más que la variante Alfa, hasta entonces dominante en el país. “La mejor estimación de la ventaja de crecimiento, como lo llamamos (...), es de alrededor del 40%”, dijo citando investigaciones del grupo de científicos que asesoran al gobierno de Boris Johnson.

Reino Unido optó por avanzar lo más rápido posible con su estrategia nacional de vacunación de administrar un mayor número de primeras dosis espaciando la finalización de las pautas con el objetivo de ofrecer cierto grado de inmunización al mayor número posible de británicos.

Este escenario permitió a las autoridades británicas el inicio del proceso de desescalada y hablar del inicio del fin de la crisis sanitaria. Ahora la aparición de la variante Delta pone en duda todo lo conseguido.

En siete días los contagios de Covid-19 en Reino Unido se han incrementado un 26,8% y los ingresos hospitalarios un 23,2%, según las cifras oficiales hechas públicas por las autoridades sanitarias británicas. Unos preocupantes datos en un país con más de la mitad de su población con cierto grado de inmunidad y que ha provocado alarma en el resto del mundo.

Las autoridades sanitarias británicas no descarta la posibilidad de vivir una nueva ola de la pandemia y para ello preparan planes de contingencia que retrasarían dos semanas más la reapertura total en Reino Unido, hasta principios de julio.

Así lo confirmó ayer el diario Financial Times al aseverar que una fuente cercana al gobierno le aseguró: “Estamos trabajando en un abanico de opciones, como el retraso de parte del levantamiento de las restricciones, o el intercambio de medidas entre diferentes fases del levantamiento de las restricciones”.

El asesor Stephen Reicher advertía este domingo que la ejecución de las próximas medidas de reapertura el próximo 21 de junio sería “un grave riesgo para la población”, según publicó The Guardian.

El Reino Unido, país más afectado de Europa con 4,5 millones de contagios de covid y unos 128.000 muertos, administró al menos una primera dosis de vacuna a más de 40 millones de personas. Más de 27 millones ya recibieron una segunda dosis. Sin embargo la llegada de la variante Delta, identificada por primera vez en abril en India y ahora dominante aquí, podría hacer tambalear la nueva normalidad esperada para las semanas previas al comienzo del verano.

Para el verano, el Gobierno prevé que alrededor de tres quintas partes de los adultos estarán completamente vacunados, concluyó Hancock, quien además indicó que esta semana esperan abrir la campaña de inoculación a los mayores de 30 años.