La fiscalía de Atlanta define de "excesiva" la actuación policial contra Rayshard Brooks
Esta nueva muerte de un afroamericano durante un arresto se suma a la de George Floyd, estrangulado por un policía en Mineápolis.
El fiscal del distrito de Fulton, Atlanta, Paul Howard, ha definido de "inaceptable" la muerte de Rayshard Brooks por disparos de un agente de la policía. El caso de Brooks, tiroteado por un policía durante un control policial en el que el fallecido le quitó la pistola táser al agente, se suma al de George Floyd, estrangulado durante un arresto en Mineápolis, que ha provocado multitudinarias protestas en EEUU.
El vídeo grabado por un viandante revela cómo Brooks forcejea con dos policías y sale corriendo tras quitarle el táser a uno de ellos, Garrett Rolfe. Brooks huye a la carrera a la par que dispara descargas eléctridas al agente que lo sigue. Este responde dispara con su pistola e hiriéndolo gravemente. Poco después moría en el hospital a consecuencia de las heridas provocadas por los disparos.
"No parece que fuera una amenaza para nadie. El hecho de que la situación se agravara hasta su muerte parece excesivo", ha afirmado Howard en declaraciones a la CNN.
El policía que mató al afroamericano, que superaba la tasa de alcoholemia, podría ser acusado de asesinato, asesinato agravado o homicidio voluntario. La decisión de si se presentan cargos contra Garrett Rolfe se tomará "en torno al miércoles", aunque ya ha sido expulsado del cuerpo, según reveló el portavoz policial Carlos Campos.
Brooks se había quedado dormido dentro de su coche en un paso para pedidos de una hamburguesería Wendy's. La grabación de la cámara de los agentes muestra a Brooks de pie ante los agentes en el aparcamiento, calmado, mientras se le realizaba el control de alcoholemia. Él mismo confirmó que había bebido "una copa y media" mientras cooperaba con los agentes, a los que pidió que le dejaran aparcar allí su auto y caminar hasta casa de su hermana.
Los agentes confirmaron que estaba ebrio con una prueba de alcoholemia, pero cuando uno de los policías intentó ponerle las esposas, Brooks se resistió y los tres acabaron en el suelo. En ese momento, comenzó la huida que terminó con la muerte del afroamericano.
La autopsia realizada este domingo ha confirmado que Brooks recibió dos disparos en la espalda, muriendo por los daños que se produjeron en algunos de sus órganos vitales, así como por la pérdida de sangre, según recoge un comunicado de la Oficina del forense del condado de Fulton, Georgia.