Texas cierra bares y Florida impide servir alcohol por el auge del coronavirus, pero la ciudad de Albilene se resiste
Florida, alarmada por los casi 123.000 casos confirmados y las cifras entre jóvenes ordena no vender alcohol
La orden señala de forma explícita a los jóvenes "que han ignorado las restricciones"
La ciudad de Abilene se niega a cumplir la orden del Gobernador
El coronavirus se está cebando con EEUU, cuyo presidente nunca se ha tomado en serio el coronavirus. Los contagiados podrían ser diez veces más de los que reflejan las ya alarmantes cifras oficiales, según los últimos estudios y los expertos creen que se echa en falta la capacidad de liderazgo de EEUU en esta pandemia donde ha dedicado más esfuerzos a buscar culpables que a encontrar soluciones, pese a la opinión de los experto.
Florida se encuentra en una situación crítica con 122,960 casos confirmados de COVID-19 en el estado casi 9.000 en solo 24 horas y como en otras partes del mundo son los jóvenes los que se encuentran en el punto de mira. De hecho, son ellos los que centran ahora el foco de contagios en EEUU, dado que no respetan las reglas, como si no temieran a la enfermedad. Por ello, el gobernador de Florida ha tomado una drástica decisión: prohibir la venta de alcohol en los bares para consumo local.
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Sí se podrá vender para llevar
Hay excepciones porque los locales en los que más del 50% de sus ingresos dependan de ello podrán vender alcohol para llevar en contenedores sellados. Los restaurantes pueden permanecer abiertos para dar cenas, pero a una capacidad que no exceda el 50 por ciento del total de la ocupación.
La orden señala de forma explícita a los jóvenes "que han ignorado las restricciones" establecidas por el estado para combatir la propagación del coronavirus. "En base a los recientes aumentos en los casos de COVID-19 y el incumplimiento de las órdenes anteriores, se han tomado medidas para suspender las ventas de alcohol en los locales en los bares. Este es un paso necesario para proteger la salud pública a medida que continuamos trabajando en asociación con la industria y los funcionarios de salud para combatir COVID-19".
Pero hay una ciudad, la de Abilene, que se resiste a cumplir la orden del Gobernador aunque sí se pide que los ciudadanos usen el sentido común. La ciudad se reserva el derecho de cancelar las reuniones al aire libre de más de 100 asistentes si la salud del público está en peligro aunque tampoco obligará al uso de la mascarilla. Trump tampoco da ejemplo y no se la pone por no dar gusto a la prensa.
Después de registrar un drástico aumento de casos positivos de coronavirus, este viernes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, también decretó el cierre de todos los bares en el estado a partir de las 12 de este viernes.
En un comunicado por Twitter, Abbott además informó que las reuniones al aire libre de 100 personas o más deben ser aprobadas por los gobiernos locales. También los viajes a los ríos para practicar el “rafting” quedan prohibidos por el momento.
Los intentos de Texas, Florida, Carolina del Sur y otros estados por lograr una reapertura económica más completa se han convertido en un boomerang, con un resurgimiento de casos que ahora está cambiando la naturaleza de la pandemia y que probablemente pondrá a prueba la fuerza de cualquier rebote económico más amplio en Estados Unidos.
Texas había estado a la vanguardia de los estados que eliminaron las restricciones diseñadas para controlar la pandemia. Permitió que los bares reabrieran en mayo, cuando la gente ignoró las reglas de distanciamiento social y celebró durante el fin de semana del Día de los Caídos.
El Gobernadro de Nueva York critica a los siguiente a Trump y ahora pagan las consecuencias
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, criticó el viernes a los estados que reabrieron sus economías antes de controlar el coronavirus, diciendo que había "evidencia innegable e irrefutable" de que cometieron un error.
Cuomo, un demócrata, dijo en una reunión informativa que los estados que siguieron la orientación de la Casa Blanca están viendo ahora un pico en los casos, argumentando que Nueva York fue capaz de tener el virus bajo control al tomar lo que él llamó un enfoque científico, en lugar de uno político. "Lo que está pasando en este país es ahora aterrador y revelador al mismo tiempo", dijo Cuomo. "Yo digo que es hora de que Estados Unidos despierte y mire los hechos de forma innegable"
También informaron de aumentos récord de casos esta semana Alabama, Arizona, California, Idaho, Misisipí, Missouri, Nevada, Oklahoma, Carolina del Sur y Wyoming.