Miles de ciudadanos británicos y llegados de todo el mundo continúan en una kilométrica fila, que supera las 24 horas de espera, para despedirse de la reina Isabel II, fallecida el pasado 8 de septiembre a los 96 años. Mientras tanto, todo está listo para su funeral de Estado, que se celebrará este lunes, 19 de septiembre. Será una ceremonia blindada y que conllevará el mayor dispositivo policial desplegado en la historia de Reino Unido.

Al menos 2.000 oficiales de las unidades del Servicio Aéreo Especial (SAS) apoyarán a los miles de agentes de la Policía Metropolitana de Londres (MET) para formar un anillo alrededor de la capital británica. Dicha operación de seguridad eclipsará a la que se llevó a cabo por los Juegos Olímpicos en 2012.

Scotland Yard señaló este viernes que ya ha habido 34 arrestos. Entre ellos, Adio Adeshine, un joven de 19 años que fue detenido por abusar sexualmente de dos mujeres que hacían la cola para entrar en la capilla ardiente de la monarca, situada en el palacio de Westminster.

Los medios de comunicación del país indican que los agentes están preocupados tras el tiroteo que acabó con la vida del rapero Chris Kaba, y que ello puede provocar desórdenes públicos durante el fin de semana. De hecho, la familia de la víctima ha organizado una manifestación en Parliament Square.

Stuart Cundy, subcomisionado adjunto de la MET, ha señalado que miles de oficiales uniformados se congregarán en las calles junto a sus compañeros vestidos de civil, que se mezclarán con la multitud. Además, desplegarán perros de rastreo en los medios de transporte.

Y es que, debido a la llegada de mandatarios extranjeros, líderes mundiales y la propia familia real británica, toda precaución es poca. También han confirmado que se desplegarán francotiradores en los tejados con metralletas Heckler & Koch MP5 y pistolas Glock 17.

Desde las fuerzas de seguridad explican que el SAS y aquellos entrenados en reacción rápida antiterrorista estarán involucrados y ubicados estratégicamente en cuarteles militares y alrededor de la capital inglesa. Serán la última línea de defensa en caso de que haya un ataque.

Destacan que el mayor riesgo serán los individuos denominados 'lobos solitarios', puesto que agreden con armas blancas y son más difíciles de predecir. Por supuesto, existe el peligro de un atentado con coche, pero las barreras de seguridad instaladas a lo largo de más de 35 kilómetros lo dificultan.

Cundy también ha instado a los asistentes a mantener la atención y ha pedido que se reporte de inmediato cualquier sospecha.