Rosalía publica el álbum 'Motomami': así ve ella su disco canción a canción
La cantante Rosalía publica este viernes 'Motomami', un nuevo álbum que cuenta con 16 canciones y que ya está disponible en todo el mundo
¿Qué significa 'Hentai', el título de la nueva canción de Rosalía?
Rosalía incendia las redes al desnudarse para presentar su nuevo disco 'Motomami'
La cantante Rosalía publica este viernes 'Motomami', un nuevo álbum que cuenta con 16 canciones y que ya está disponible en todo el mundo, según informa la productora Sony Music.
La artista catalana ya había dado a conocer cuatro de los temas que forman parte del disco antes de su lanzamiento: 'Hentai', 'La fama' --junto a The Weeknd-- 'Chicken Teriyaki' y 'Saoko'.
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'Motomami' es su tercer álbum, tras 'El mal querer' (2018) y 'Los Ángeles' (2017), y la cantante lo presentó este jueves en un espectáculo virtual en la plataforma TikTok. Más allá del sorprendente carácter experimental de las nuevas canciones de Rosalía, su disco "Motomami" que sale hoy a la luz ha sido objeto recurrente de conversación por sus letras y, mientras unos se quejan de que cada vez se entiende menos a la española, otros disfrutarán de sus sentencias más claras. Bastaron unos segundos de exposición de uno de los temas, "Hentai", para ser objeto de mofa en redes a costa de algunas de las rimas que muestran su nueva manera de escribir, algo que en declaraciones a Efe y al resto de la prensa durante esta gira promocional ha achacado al machismo persistente.
Björk dijo una vez algo así como que a los hombres se les permite ser tantas cosas y de las mujeres solo se espera que seamos femeninas; quince segundos de ‘Hentai’ fueron suficientes para juzgar una canción, sin que salga el disco que le da contexto. Yo pensaba que ya habíamos superado esto, pero claramente me dan más ganas aún de seguir escribiendo por ahí”, se reafirma.
Ese empeño en mostrar que puede ser algo más como mujer se refleja desde el título mismo, “Motomami”, una dualidad compuesta por “‘Moto’, que en japonés significa más duro, y ‘Mami’, por la figura de la madre como poder de creación”, argumenta la autora, al señalar a su propia progenitora como la “Motomami original”.
“De pequeña me llevaba en Harley vestida en cuero negro con su chaleco, sus botas y con su melena rubia rizada, siempre con sus anillos y sus pendientes”, rememora esta artista que, en su particular alfabeto, se autodefine con “D de dinamita”, con “H de hondura”, con “P de patrona”, “T de titánica” y “con Z de zarzamora, zapateado y zorra también”.
Han pasado cuatro años desde “El mal querer” (2018), que también fue objeto de polémica por supuesto apropiacionismo cultural, pero la autora de “Malamente” en vez de responder a cada crítica ha dedicado este tiempo a escribir y a cantar sus verdades en 16 cortes que, según ha contado, beben de “material autobiográfico, cosa que en otros proyectos nunca había hecho”.
“Vestida con F de Fendy / bailando en plan vela de candy / Así tu te prendiste de mí, el día que yo te conocí”, apenas susurra en “Candy”, una referencia demasiado concreta como para no referirse a un episodio personal.
“Siento que, de alguna manera, estaba pensando cómo un director hace una película sobre cómo hacer una película; al final pensaba cómo puedo hacer un disco que refleje lo que estoy viviendo, cómo me estoy sintiendo y quién soy ahora en este preciso instante. Era la intención de hacer un autorretrato”, ha dicho.
Aplicado también al plano artístico, resultan ilustrativos los versos de uno de los temas, “Diablo”, cuando una voz deformada por el “autotune” canta “La que sale por TV no es la que yo conocí”, a lo que ella responde: “De la noche a la mañana no es que yo cambié”.
“Siempre siento que cada momento será diferente al anterior y que al final mi carrera va a ser una carta de amor a todos los géneros musicales que admiro y quiero; no quiero pensar en que nunca haré algo, pienso en estar abierta”, ha alegado ante las variaciones por ejemplo en su estilo.
La diversidad de géneros es palpable desde el primer momento. Se entrecruzan el jazz que aprendió en la escuela en Barcelona, pero también el reguetón clásico que bailaba en las ferias de niña, clásicos de la música latina como Héctor Lavoe, así como “Jimmy Hendrix, Bob Marley, Lola Flores o Camarón”.
Porque sí, entre toda esa amalgama el flamenco sigue ahí, como reivindica en “Bulería”: “Para mantenerme en pie / Yo me maté 24-7 / es lo que tuve que hacer / Soy igual de cantaora / Igual de cantaora / Con un chándal de Versace que vestidita de bailaora”.
"Esto no es El Mal querer"
La necesidad de mutación está representada en el álbum a través de la mariposa, una evolución que defiende en “Genis” frente a quienes ansían que regrese la artista de su anterior álbum: “Y me tocaste ahí / donde no quiero estar / Esto no es el mal querer / Es el mal desear”.
Ese cambio se aprecia igualmente en sus letras y no le duelen prendas el riesgo. “Si me muero, que me muera por la boca como muere el pez'”, advierte en “Saoko”, en la que también subraya: “Sé quién soy y a dónde voy, ya nunca se me olvida”.
“Para mí ‘El mal querer’ tiene sentido esforzándome en escribir cuartetas octosílabas que son clásicas en el flamenco, pero este proyecto tenía que ver con inspirarme en cómo se hace la escritura automática o en letras más abstractas, de golpe súpercrudas e inspirarme en cómo escribe Lil’ Kim”, ha justificado la catalana sobre el cambio en su manera de componer sus letras.
"Si me rompo con esto pues me romperé"
Que la crítica se ha convertido en una compañera que la sigue quiera o no queda recogido en “Chicken Teriyaki”, en el que expone con aire resuelto su aceptación de la misma como parte del oficio: “Y sí, la fama e’ una condena / Pero dime otra que te pague la cena / Me están tirando sombras como drag queen / Chula como Mike Dean”.
No es la única asunción que parece haber hecho en su carrera. Al respecto, varias veces alerta sobre los peligros de la codicia hueca (en “Delirio de grandeza”, por ejemplo) y de la fama (“Es mala amante la fama / y no va a quererte de verdad”, le recuerda The Weeknd en el que fue el primer sencillo).
Pero, aún con todo, Rosalía deja claro que su empeño es por otro tipo de ambición, la artística, independientemente del precio a pagar: “La que sabe sabe que si estoy en esto es para romper / Y si me rompo con esto, pues me romperé / Solo hay riesgo si hay algo que perder”.
Motomami canción a canción
Saoko
Canción urbana de ahora mismo en forma de potente reguetón distorsionado hasta el punto de incluir un piano jazzístico en mitad del tema. La música la han escrito nueve personas, aunque ya se ve la mano de extraordinarios productores como Noah Goldstein y Michael Uzoworo.
La Fama
Una bachata estilo Romeo Santos, de quien dice que se lo ha escuchado todo, junto a The Weeknd. Otro de los temas que se repiten en este disco es el de la fama y sus consecuencias, de lo que se pierde y se gana con ella. "Es mal amante la fama, es demasiado traicionera", dice aquí. Es la canción más reproducida hasta el momento de Rosalía en las plataformas de streaming.
Bulería
Coro, taconeo y palmas aparecen en Bulería, una de las canciones que más conecta con esas raíces flamencas. "Soy igual de cantaora, igual de cantaora con un chándal de Versace, que vestidita de bailaora .Y aunque a mí me maldigan a mis espaldas, de cada puñalaíta saco mi rabia".
Chicken Teriyaki
"Pa' ti naki, chicken teriyaki, Tu gata quiere maki, mi gata en Kawasaki", el estribillo hecho para petarlo en TikTok, en una canción que, creemos, habla de dinero, de su vida en Nueva York, de la fama y en la que ha colaborado con uno de los artífices del disco anterior, El guincho.
Hentai
Es la canción más desinhibida del disco, el nombre hace referencia al porno manga japonés. Su propio lanzamiento ejemplifica esa manera de promocionar su música. Primero cantó unas líneas en redes y sus letras incomprensibles, sus metáforas sexuales.
Bizcochito
Otra de las más divertidas. Y muy breve, como la mayoría en Motomami. Bizcochito es la banda sonora del videojuego Gran Turismo. Hay una base y un coro flamenco.
G3N15
Es su canción a Nueva York, en la que echa de menos lo que ha dejado atrás. La más nostálgica. "Estrellas de mármol que están en el suelo, papeles por las calles donde pasean las modelos". Y al final su abuela mandándole un mensaje y hablando de Dios. Dice Rosalía que su abuela la llevaba a la Iglesia de pequeña y que eso ha tenido en ella más peso del que creía. Todo el disco está plagado de referencias a Dios, no tanto a la iconografía cristiana, como El Mal Querer, sino a dios. "Esto no es el mal querer, es el mal desear".
Motomami
La canción que da nombre al disco dura solo un minuto. La ha compuesto junto a Pharrell Williams.
Diablo
Aquí de nuevo Rosalía vuelve a responder a los que dicen que ya no es la que era: "De la noche a la mañana, no es que yo cambié, de la noche a la mañana, mi vida se me fue", le responde a unos coros que le gritan que "la que sale por TV, no es la que yo conocí, ahora pisas Lamborghinis". Un falsete, autotune y flamenco.
Delirio de grandeza
Un bolero que habla de otro de los temas de la cantante, el dinero, la ambición, como en Millonaria.
CUUUUuuuuuute
El uso del inglés y el español es también una constante en Motomami. Todo acaba en una balada donde de nuevo hace referencia a las mariposas.
Como un G
Una balada sobre el desamor, sin dolor, sin quejidos ni lamentos.
Abcdefg
Son iniciales y palabras, repasando el abecedario al estilo Rosalía. Ella nos cuenta en vacío, leyendo, lo que es ella de la A a la Z.
La combi Versace
El mundo de la moda y Rosalía.
Sakura
"Nunca me ha dado miedo la risa de un loco, más miedo ha de darte quien ríe poco".