Acondicionar la casa para el teletrabajo: factores a tener en cuenta en la nueva normalidad
Es fundamental mantener a raya factores como la temperatura, la humedad o la ventilación
Ahora que nos hemos instalado en la nueva normalidad, nos hemos comprado la silla de oficina definitiva y nos hemos puesto un fondo mono para las ciber-reuniones, solo falta una cosa: acondicionar la casa. El teletrabajo está aquí para quedarse, al menos por un tiempo, y el aire que respiramos es probablemente lo más importante si vamos a pasar todo el día de puertas para adentro. Te contamos algunos trucos que cuestan poco y benefician mucho.
Ponte cómodo
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No vamos a venderte nada, ahora sí, hay una serie de cosas que tienes que tener en cuenta si vas a seguir trabajando desde casa. En primer lugar, ponte cómodo. Si tu silla te destroza la espalda y la mesa te viene demasiado baja, es el momento de hacer un viaje a una tienda de muebles.
La humedad importa
Dicho esto, es fundamental mantener el ambiente saludable. Una humedad por debajo del 30% te traerá problemas respiratorios, más aun en verano, y cuando es superior al 70% lo que producirá es una sensación de más sofoco. Es decir, ni tanto ni tan calvo. Mejor entre el 40 y el 60%. Para saberlo, claro, necesitarás un medidor de humedad. Además, un humidificador sería una buena inversión (los hay por menos de 20 euros).
Calor y ordenador, mala combinación
En cuanto a la temperatura, los 34ºC del exterior te harán sentir agotado, y darle demasiada potencia al aire acondicionado hará que te resfríes. Con que, antes de nada, asegúrate que estás a gusto. Este aspecto no solo es importante para ti. Para que los equipos de trabajo como el ordenador no se sobrecalienten, es necesario que no haga demasiado calor. Es recomendables además que circule aire por debajo del aparato.
Ventila todos los días
Ventila de vez en cuando. El aire se sobrecarga mucho si no abrimos un rato al día. Los productos del hogar (a los que tanto recurrimos en la nueva normalidad), el polvo, el moho, el humo del tabaco en caso de que seas fumador…
Si además eres asmático, acuérdate de limpiar o reemplazar los filtros del aire o el ventilador al menos una vez al mes. En esta época del año pasan la mayor parte del tiempo encendidos y, si no están en buen estado, pueden exacerbar los síntomas que ya de por sí se complican durante el verano.