El alcohol, detrás del 10 por ciento de las muertes en España
No nos engañemos: beber a diario dos copas de vino, dos cañas o un cubata, supone meter en el organismo 20 gramos de etanol, de alcohol, una cantidad que puede ser un problema. Pero si la cantidad de alcohol ingerida es de 40 gr diarios, el doble de lo antes mencionado, el riesgo de padecer enfermedades es serio y real. Y si la excusa es beberde forma esporádia, no vale. La organización Mundial de la Salud lo tiene claro: el risego para la salud depende de la cantidad de alcohol ingerida: para hombres entre 28 y 46 unidades a la semana, y para mujeres entre 14 y 28 a la semana.
El alcohol es un tóxico relacionado con más de 60 enfermedades de forma directa, y con 200 de forma indirecta. Y está detrás del 10 por ciento de los muertes en España, según la sociedad científica Socidrogalcohol, que también alerta sobre el infradiagnóstico del alcoholismo. Solo un 2 por ciento de las personas que sufren esta enfermedad están diagnosticadas. Porque la atención primaria, casi literalmente no da abasto a atender con tiempo a los pacientes para detectar un problema con el alcohol, y porque muchas veces falta formación en este área de primer contacto sanitario. Porque el estigma que supone esconde aún más la enfermedad.
El consumo de riesgo de alcohol, está relacionado con el 12 por ciento de los cánceres: incrementa hasta un 23 por ciento el de intestino, un 16 por ciento el hepático, pero también, aumenta más de 7 por ciento el riesgo de sufrir cáncer de mama, además de los de cabeza y cuello. Y, al ser una sustancia activa en el cerebro, engancha y multiplica por tres el padecer depresión y otros problemas de salud mental. Genera comportamientos violentos, suicidios, conductas que, sin alcohol, no se producen.
Según la experiencia clínica, se clacula que pueden sufrir alcoholismo entre el 3 y el 4 por ciento de la población. Porque en españa el alcohol es un elemento cultural del cual se puede hacer uso y abuso. Las asociaciones de pacientes, mediante las terapias de ayuda mutua, los tratamientos médicos y farmacológicos (con trabas burocráticas que ralentizan o dificultan su acceso a los pacientes) logran, con mucho esfuerzo personal, la abstinencia de los enfermos. Peo la baja percepción del riesgo del abuso del alcohol es un problema que favorece la enfermedad, aseguran desde la Confederación de alcohólicos, adictos en rehabilitación y familiares de España, CAARFE, que aglutina más d 100 asociaciones.
El apoyo al paciente es básico para que pueda superar su adicción, su enfermedad crónica, pero superable. Una enfermedad sobre la que recae el estigma que aún ve el alcoholismo como un vicio, y no como una patología ligada al consumo de una droga legal. Por eso CAARFE, la sociedad científica Socidrogalcohol y la farmacéutica Lundbeck, han elaborado un documento "Alcohol, una amistad peligrosa", como herramienta informativa y práctica para la población sobre el Trastorno por consumo de alcohol (TCA). Un problema que se empieza a gestar en la adolescencia, con los atracones alcohólicos (1 de cada 4 menores) y que ya entre los 20 y los 25 años, con un consumo habitual y abusivo, se torna alcoholismo.