La actuación de Álex ha sido la última, antes de conocer cuáles eran los cuatro artistas que pasaban a la gran final de Idol Kids. En esta primera ronda de semifinales, el joven coplero lo ha petado sobre el escenario no sólo con su voz, sino con el gran espectáculo que ha montado sobre el escenario con sus bailes y su mantón de manila.
En un momento de la canción, Álex ha dejado de escuchar bien el playback y tenido “un fallito”, como ha dicho Edurne, y a todo el equipo le ha dado mucha pena cuando, al acabar de actuar, el niño se ha puesto a llorar. Sin embargo, cuando la emoción se lo ha permitido, Álex ha explicado que no estaba llorando por su fallo técnico, sino por lo importante que era haber llegado a la final: “Esto para mí ya es un sueño”.
Sus lágrimas han sido una reacción a sus nervios porque se jugaba mucho: para entrar en la lista de los finalistas y luchar por el ser el gran ganador del concurso. Finalmente, gracias de los votos del público, ha conseguido un 86,2% y ha desbancado a la gran Naiala tan sólo por un décima.