Los primeros recuerdos de Ruth son de Lleida. Era una niña nerviosa que jugaba con su hermano pequeño. Desde pequeña se da cuenta de que su padre tiene deferencias con su hermano. Las explicaciones de su madre no le convencen. Es una niña conflicitiva y tiene que ir al psicólogo. Vive una infancia triste y empieza a atar cabos. Un día encuentra una cartilla de vacunas en la que aparece el nombre de un señor que lleva su apellido. Sospecha que pueda ser su padre biológico, pero sus tíos, abuelos y su madre no le quieren contar nada. Su madre le negaba cepillos de dientes y compresas, mientras compraba a su hermanastro zapatillas de marca. Gracias a su hermano se entera de que su madre dio en adopción a una hija llamada Carla. Con 19 años, su madre y su padrastro la echan de casa.