'El Cordobés', a 'AVAIN': "Me siento orgulloso de ser parte de vuestra familia"

telecinco.es 11/07/2012 00:30

Pepi es la presidenta de la Asociación de Ayuda a la Integración de Viso del Alcor (Sevilla). Su historia comienza en 1995 cuando vio necesario crear un centro de día para mejorar los servicios que se ofrecen a los discapacitados de la comarca. Pepi pensó en Manuel Díaz ‘El Cordobés’ como la persona ideal para impulsar esta idea y conseguir ayuda. Cuando se puso en contacto con el diestro, este aceptó.

Desde entonces, empezaron a realizar actividades para recaudar fondos. El diestro estuvo presente cuando, en 1998, se puso la primera piedra y el sueño se hizo realidad en el año 2003. Pepi cuenta que desde entonces, el diestro no ha dejado de acudir a ver a los chicos y ayudarles en sus actividades. Por ello, quería transmitir un mensaje, que la integración es imposible y, acompañada de David, Ramón, Antonio, Marta y Belén, llegaban al plató de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ para dar las gracias y sorprender al torero.

Entonces se desplegaba el sobre y entraba el torero, risueño pero reconociendo los nervios. “¿Quieres irte?”, le preguntaba el presentador; “No, soy valiente, he sido valiente para todo y hoy no va a ser menos. Estoy atacado”, replicaba él. La solapa del sobre se levantó y Pepi apareció en la pantalla: “¡Pepi! ¿Qué haces aquí? ¿Tú te crees que esto está bien? ¡La semana que he pasado yo!”, exclamaba el torero entre risas.

Pepi le transmitía su mensaje: “Creo que te mereces que te demos las gracias públicamente por todo lo que estás haciendo por nosotros y para la integración y la igualdad de estas personas”. Para Pepi, el torero es “la persona ideal” que les da “fuerza” y apoyo gracias a su imagen “todo el mundo nos conoce gracias a ti”. “Gracias, Pepi. No las merece, con como os portáis conmigo y cómo sois me dais las gracias”, replicaba el torero.

Manuel descubrió entonces que Pepi no estaba sola, el plano se abrió dejando ver a todos. Él mostraba su sorpresa, sobre todo cuando vio a una de ellas: “Mira mi Martita qué guapa”. Marta también tenía un mensaje para él: “Gracias por ser mi amigo y todas esas cosas”. El torero se emocionaba: “Hace muchos años que nos conocemos, cuando la conocí la cargaba en brazos”, contaba. Para Manuel, esta historia “es muy bonita porque es desde hace mucho tiempo, es muy pura, muy real, tuve la suerte de que contaran conmigo para ayudarles a crear un centro”. Contaba que al principio “no me di cuenta de lo importante que era” pero ahora “cada día me siento más orgulloso de haber sido elegido por ellos”.

Además, explicaba que conoció a Pepi en un contexto complicado: “me buscó para hacer una corrida benéfica, accedí porque la causa me motivaba y al tiempo me dijo: ‘Manuel, me han engañado’, la persona encargada se fue con el dinero”. Pero la historia no acabó ahí: “dije ‘esto no puede caer en saco roto”. Desde entonces, se han celebrado 8 corridas de toros benéficas y Manuel agradecía la colaboración de sus compañeros en ellas.

“Creamos un vínculo y aquí estamos juntos, he visto cómo ha crecido el centro”, explicaba. Ahora, tienen viviendas tuteladas, el centro… Comentaba que les ve bien, y también a sus padres: “se sienten felices porque están bien cuidados, su incertidumbre es qué pasará con mis hijos el día de mañana, pues aquí hay un centro donde van a estar a gusto y van a estar bien mirados eso para mí, cada noche, me hace dormir un poco más tranquilo”.

Cada uno de ellos lanzaba un mensaje de agradecimiento a Manuel y el torero les correspondía: “Ha sido una sorpresa muy grata, ha valido la pena. Tanto yo como mi familia, nos sentimos orgullosos de teneros ahí, os doy las gracias de parte de mis niños, me gusta llevarlos, para que crezcan con esa claridad de ideas que hay que tener hoy en día, es difícil, unos pueden tener de todo y tienen que saber compartirlo y compartirlo con vosotros es un encanto”.

El torero concluía diciendo: “ahí estaré siempre que me necesitéis, me siento orgulloso de ser parte de vuestra familia”. Dicho esto, el sobre desaparecía y, eliminadas las barreras, Manuel les abrazaba a todos y escuchaba de labios de Jorge Javier Vázquez que el Ayuntamiento de Viso del Alcor quiere nombrarle hijo adoptivo.