Fran Rivera sorprende al diestro Aníbal Ruiz, al que le une una emotiva historia personal

Fran Rivera acude a 'Hay una cosa que te quiero decir' para mostrar su apoyo a un joven compañero de profesión, el torero Aníbal Ruiz, al que le une una emotiva historia personal. Ambos se conocieron hace años cuando tras una corrida de Rivera en un pueblo de Ciudad Real un niño consiguió colarse en su furgoneta para pedirle consejo en su deseo de convertirse en torero.

Tras conocer los deseos de es niño, Fran Rivera se sensibilizó ante su determinación y, posteriormente, han ido coincidiendo cuando ha toreado por la zona el diestro madrileño, que además le regaló dos trajes de luces y ha llegado a torear con él. Fran Rivera exhibirá su orgullo por aquel niño, que ha acabado por convertirse en un gran matador de toros.

La cantante Vanesa Martín, cómplice de una madre

Por otro lado, la cantante Vanesa Martín será cómplice en el mensaje de agradecimiento que Yolanda le transmitirá a su hijo Daniel, a quien le une una relación de especial complicidad. Tras un doloroso fracaso sentimental, Daniel cayó en una profunda depresión, de la que consiguió salir gracias a las canciones de la artista madrileña.

Otras historias en 'Hay una cosa que te quiero decir'

Los espectadores también serán testigos del caso de Leire, una joven madrileña de 19 años que acudirá al programa con la intención de que conseguir la reconciliación entre sus padres y su novio, Ricardo, de 22. Ambos iniciaron su relación hace un año y a los tres meses de conocerse ella se quedó embarazada, por lo que decidió irse a vivir con su pareja, decisión que no han aceptado de buen grado sus padres.

Además, otra de las historias de la noche será la de Yolanda, que estará presente en el plató para conocer la verdad sobre su familia. A los 10 años sus padres le confesaron que había sido adoptada, que su padre biológico falleció antes de su nacimiento y su madre murió en el parto. Sin embargo, recientemente ha descubierto que no todo ello es cierto y que su madre no pereció durante su alumbramiento, sino que la entregó en adopción a los cuatro meses del nacimiento.