Chenoa, a Víctor: "Estoy muy feliz de que la música te haya ayudado"
telecinco.es
29/11/201309:02 h.La historia de Yolanda comienza en Fuenlabrada, Madrid, el 17 de marzo de 1988. Ese día nace Víctor, el segundo hijo de Yolanda y Leopoldo. El pequeño se convierte muy pronto en un niño muy travieso que no para quieto. A pesar de todo, y por muchos golpes que se da, siempre sale sano y salvo de todo. De esta manera, la vida de Yolanda y su marido es una lucha constante con su hijo, apartándole de todos los peligros que el pequeño parece que busca sin parar. Sin embargo, la inquietud y la osadía tendrá terribles consecuencias, haciendo que la vida de esta familia cambie drásticamente.
El 30 de junio de 1990, Yolanda y su familia acuden a la casa de unos amigos para celebrar un cumpleaños. Como de costumbre, la madre estuvo pendiente del pequeño Victor todo el rato. Los amigos le dicen que deje respirar un poco a su hijo porque allí no hay ningún peligro.
Cuando nuestra remitente pierde de vista un instante a su pequeño, vuelve a ponerse en alerta y los nervios se apoderan de ella. Yolanda grita desesperadamente el nombre de su hijo y sin saber que se encuentra en el último piso de la casa jugando con otros niños. El pequeño reacciona al escuchar la llamada de su madre, asomándose a la ventana de una falsa buhardilla a 8 metros de altura.
Lo que sucede después es terrible. Víctor se precipita al vacío. Un desenlace que hoy, 23 años después, Yolanda no ha conseguido superar.
Durante los dos meses siguientes a la tragedia, la mirada de Yolanda no es la misma, y nunca más volverá a serlo. Víctor despierta del coma profundo, pero lo hace sin habla ni visión. De lo único que es capaz es de llorar desconsoladamente, igual que sus padres al comprobar que su hijo no les puede contestar.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, Víctor sale adelante como si acabara de nacer, pero con grandes secuelas. Una hemiplejia en la parte derecha del cuerpo hace que no camine ni hable con normalidad. Desde ese momento, nuestra remitente se entrega en cuerpo y alma a la recuperación de su hijo, con una entereza que no se puede permitir perder.
Meses después, Yolanda tiene que ponerse a trabajar para llevar a su hijo a una guardería de integración. El resto del día lo ocupa con Víctor, intentando con todas sus fuerzas que su hijo sea un niño feliz. Además, no puede olvidar que tiene un marido, otro hijo dos años mayor que Víctor y una casa que atender.
Pasan los años y Yolanda se convierte en una prolongación de su hijo Víctor, pero no puede evitar llorar y castigarse por la situación en la que se encuentra su hijo. Este es el pasado, presente y futuro de Yolanda, una vida dedicada a su hijo que hoy, con 25 años, es un joven de su tiempo que a pesar de tener secuelas de por vida tiene un trabajo en una empresa en la que está muy integrado. Sin embargo, a Yolanda le preocupa que Víctor no tiene amigos con los que salir y siempre lo hace con ella o con su hermano mayor.
Desde 2001, Yolanda tiene que soportar el amor de su hijo con otra mujer, la cantante Chenoa. Desde que la vio por primera vez en 'Operación Triunfo', el joven guarda todo lo que llega a sus manos sobre la cantante. La ha visto en concierto en varias ocasiones, se ha fotografiado con ella, pero no ha logrado su sueño: poder hablar con ella durante unos minutos.
La artista ha acudido al programa para hacer que Víctor cumpliese su sueño. "Es más guapa en persona", aseguraba el joven nada más verla. "Me gusta todo de Chenoa. Me gusta desde que salió en la televisión", nos ha contado Víctor.
"Tu madre te ama sobre todas las cosas y con todo su corazón. Yo quiero decirte que estoy muy feliz de que la música te haya ayudado y de conocerte, porque este momento es tan importante para mí como para ti", le ha dicho la cantante poco antes de fundirse en un tierno abrazo.