A los 13 años, Borja comienza a dar problemas a su madre. Deja de acudir al colegio y prefiere estar con sus amigos. Su madre habla con él pero Borja sigue haciendo trastadas. Toñi Salazar le castiga sin salir, sin consola... pero Borja sigue cometiendo errores. La sinceridad y la confianza es un pilar básico en la relación entre madre e hijo, que en 2009 sufre un gran revés cuando Borja entra en prisión. Borja pasa 19 días en prisión y su madre se convierte en su mejor apoyo.