Cuatro ocasiones en las que no debería faltar un Spirit
telecinco.es
25/04/201910:17 h.Después de un largo día de trabajo: ¡afterwork!
Estamos en el ecuador de la semana y se nos está haciendo cuesta arriba. Necesitamos una charla con amigas y aparcar todo el estrés laboral. ¡Afterwork! Qué mejor manera que disfrutar de su compañía y de un tiempo para reírte a carcajadas. Busquemos un sitio con buena música y con un ambiente que nos haga olvidar todas las preocupaciones. Para esta ocasión, te recomendamos un whisky con ginger ale. El toque picante del jengibre es ideal para sobrellevar esta dura semana laboral.
Domingo y sobremesa en familia
No hay mejor manera de terminar una comida familiar que con una buena conversación, capaz de alargar la sobremesa. El caso es disfrutar de una buena compañía y propiciar un ambiente de confianza y diversión, que se alargará indefinidamente si acompañamos la sobremesa con unos gin tónics y el aroma que prefiera cada uno: frutos rojos, cítricos, pepino…
Aperitivo: Mejor de la mano de amigos
Reunión de viejos amigos. Una de esas quedadas que tardan meses en ocurrir hasta que conseguís encontrar el día definitivo para todos. Muchas cosas que contaros por delante. ¡Hay que ponerse al día! Qué mejor forma de romper el hielo que con una ronda de medios de vodka con tomate. Su sabor fresco y frutal es perfecto para una charla calmada y sin mirar el reloj. Atrévete a probarlo
Reunión antes del concierto
Siete de la tarde. Dos horas por delante hasta que empiece el concierto de ese grupo que tanto lleváis esperando para ver en directo. Nada mejor para ponernos al día y contaros todas las novedades que ir a tomar algo antes de darlo todo y acabar despeinados y cansados como nunca. Un ron blanco o añejado, según prefiramos, son el complemento ideal para empezar este planazo con buen sabor de boca.
En definitiva, a ciertas situaciones del día a día les sienta genial la compañía de una bebida espirituosa. Tú eliges la bebida espirituosa y el aderezo y aroma con el que la quieres acompañar… Y la compañía, por supuesto.