Son amigos, se buscan y su amistad cada día va un pasito más allá. Kiko y Estela están cada vez más juntitos y ya han empezado a controlar las palabras que se dicen. “No te lo puedo estar diciendo con palabras todo el rato”, le decía Estela nerviosa a un Kiko que le hacía caricias en el sofá y le respondía “Entonces, enséñame a leerte los ojos”.
Parece que Mila Ximénez no se equivoca y entre ellos ha surgido una atracción que por los menos Kiko no parece dispuesto a contener: “Tienes que vivirlo, dejarlo llevar, yo lo tengo claro lo que tenga que ser será”. Incluso, ha entrado en el confesionario a intentar justificar su acercamiento a la esposa de Diego Matamoros: “No le voy a dar de lado por ser una chica monísima”.