Después de más de cien días, Mila Ximénez ha salido de la casa convertida en la tercera finalista de 'Gran Hermano VIP 7'. Al entrar en el plató, era tanta la emoción que la embargó que decía sentirse mareada. Al final, la exconcursante se fundía en un abrazo con su amigo Jorge Javier Vázquez, al que ha echado mucho de menos.