Mila Ximénez tiene borrados casi 10 años de su vida: "No lo recuerdo bien, sé que viví en Granada, en la Moraleja y en otras casas que me iban dejando"
Mila tenía un motivo para seguir: "Tenía que demostrarle a la persona que yo más quería en el mundo de que yo era capaz"
“Fueron años muy difíciles, muchos años, fueron casi diez años… Me propuse seguir adelante para conseguir lo único que me importaba… Empecé a subir poco a poco, me fui a vivir con mi hermana a Granada… Tenía casa no tenía problemas… No lo recuerdo bien, sé que viví en Granada, en la Moraleja… y en otras casas que me iban dejando… No fui feliz en ningún momento…”, así ha comenzado Mila Ximénez a explicar cómo vivió los diez peores años de su vida. Unos años en los que ella no se importaba, pero que superó porque tenía un único objetivo “Vivir yo no, pero tenía que demostrarle a la persona que yo más quería en el mundo de que yo era capaz porque no se lo había demostrado hasta entonces… Me había dejado llevar y tenía que demostrárselo”.
Mila Ximénez tiene claro que su hija Alba siempre ha sido su motor y su única razón para seguir adelante ya que sin ella “Probablemente yo no estaría aquí, no porque me hubiera autolesionado, sino porque la vida no me habría dejado llegar hasta aquí… Mi primera relación me hizo muchísimo daño y el padre de Alba, también”.