La última y definitiva curva ascendente de la colaboradora comenzó con una llamada de teléfono: “Apareció ‘Aquí hay tomate’, de Raúl Prieto, que fue el salvador de mi vida… Y de repente empezó a subir con el trabajo muchísimo y empecé a estar otra vez bien. Estaba en ‘Crónicas Marcianas’, empiezo a subir y se mueren mis padres con 8 meses de diferencia cada uno. Me pregunto por qué no han podido tener lo mejor de mi vida… El pico de mi vida más alto es cuando nacen Alexander y Victoria, nunca pensé que podía ser tan feliz y tener a gente que me quisiera, y me llamaron abuela. La felicidad era completa y te vas a enfadar conmigo porque me pregunto si era tan feliz porque me estoy ahogando como lo estoy haciendo”.
Aunque ha terminado poniéndole un punto de cordura y viendo algo de luz al final de lo que ella considera “un infierno”, Mila Ximénez se ha roto y se ha vuelto a arrepentir de haber entrado en la casa de ‘GH VIP 7’: “Si todo estaba bien, tenía trabajo, tenía mis cosas… ¿Por qué estoy aquí?”.