A pesar de tener tan solo 27 años, Kiko Jiménez ha dibujado una ‘Curva de la vida’ llena de altibajos y momentos dolorosos que han cambiado el rumbo de su vida. El extronista nos ha hablado de una infancia agridulce, una adolescencia rebelde y se le han llenado los ojos de lágrimas al confesarnos que se dio cuenta de que Sofía es la mujer de su vida tras las rejas de un calabozo, las mismas rejas que han protagonizado los recuerdos de su infancia.
Kiko nació en 1992 y al año “es el divorcio de mis padres, yo no soy consciente de nada, pero a los 5 años es la primera vez que yo lo veo y él estaba en la cárcel… Es la única vez que lo vi. Me acuerdo perfectamente porque era la primera vez que estaba en un sitio así, tengo el recuerdo de un refresco de cola y de verle detrás de un cristal… Lo volví a ver a los diecisiete o dieciocho años, fue decisión mía porque debería conocer a su hijo que bastante se ha perdido de mí”. Así explicaba Kiko la inexistente relación que ha mantenido con su padre. Actualmente asegura no saber si sigue en prisión, pero está dispuesto a que las cosas cambien si todavía está a tiempo: “Estaba paseando al perro con Sofía y apareció una señora mayor que se puso a llorar y me dijo que era mi tía. Me dijo que estaba muy mal, me dio un teléfono y me dijo que su último deseo era hablar conmigo antes de morir. A los dos días entré en ‘Gran Hermano’ y no llamé”.
El VIP tiene un recuerdo dulce de su infancia y siente una gran admiración por el esfuerzo que siempre han hecho su madre y sus abuelos para sacarle adelante, tenían miedo de que se torciera: “Mi madre es una persona mileurista, ha tenido que trabajar para sacarme adelante… Mi padre fue mi abuelo, gracias a él soy quién soy y tengo unos valores… Veían gestos de que pudiera salir como mi padre, pero pasa la adolescencia, me voy a Granada a estudiar y tengo una vida normal… Allí unos compañeros me dijeron de presentarme a ‘Mujeres y hombres y viceversa’, era verano, me picó la curiosidad y me fui para allá… En ese momento todo cambió, yo tenía mi ilusión de montar una clínica, pero todo cambió… Cuando salgo en televisión Sofía era anónima y se puso en contacto conmigo. Me voy a su tierra, nos conocemos, pasamos la noche juntos, luego se vino a Madrid, empezamos una mini relación… No sé lo que pasó, éramos muy, muy jóvenes… Se queda en el aire, yo me enfado con ella”.
Sofía intentó recuperar a Kiko, pero el destino decidió separarlos
“A los dos nos gustaba mucho el mundo de la moda y me fui a Miami cuando nos peleamos… Al mes o dos meses de romper, ella me buscó un trabajo para irnos juntos a trabajar de modelo a Bombai, pero yo decliné la oferta y le pido que dejásemos de hablar porque estaba conociendo a alguien… Gloria”, así el destino quiso que Kiko conociera la hija de Rocío Jurado.
“La conocí en un tablao flamenco aquí en Madrid, me acuerdo que fue una chica de Jerez, estaba también Antonio David, yo estaba con unos amigos y allí nos conocimos… Claro que fui feliz, fueron dos años muy, muy felices. Dos años que nos fuimos a Sevilla a vivir, ella puso un negocio, yo puse otro, una vida muy normal… Cuando entramos en Supervivientes es un pico alto, pero cambió nuestra vida… Es justo salir de Supervivientes y todo se va a pique, es todo una mierda, ella salió antes que yo y en España se dijeron muchas cosas… Ella cambió, cambió su forma de ser, de actuar, con su novio, sus amigos, creo que se le subió a la cabeza… Hasta ahí, yo nunca le había visto preocupada por la prensa… Una vez que fue todo a pique, pasan cosas buenas, trabajo en televisión, me compro mi casa, me compro mi coche, pero hay cosas muy malas, infidelidades, engaños y traiciones… Yo le pedí a ella que lo dejáramos ahí, pero al final hemos acabado en esto. Ella fue la que abrió el melón dejando entrever que yo tenía algo con Sofía. Yo no tenía nada con Sofía”.
“Yo a Sofía no la veo en 4 o 5 años… La primera vez que veo a Sofía es cuando ella ganó Supervivientes y ella entró al día siguiente en el plató. Me la encontré en maquillaje, yo iba con Gloria y solo intercambié una mirada. Ahora sé que fue una mirada cómplice, sé que para ella fue un amor y ella lo fue para mí… Me apoyo y me llevó a su terreno”, aseguraba un Kiko tranquilo y feliz de estar hablando de la mujer de la que él asegura estar enamorado.
Al lado de Sofía, Kiko Jiménez asegura haber vivido el mejor verano de su vida a pesar, de haber sido uno de los más difíciles: “La noche que estuve en el calabozo sentí que es la mujer de mi vida… Fue la peor noche de mi vida pero al mismo tiempo la mejor porque me di cuenta de que es la mujer de mi vida… Me recordó que mi padre estuvo en la cárcel, fue una noche muy larga, yo no me la merecía, no había hecho nada… Me da coraje que se de esa imagen de mí… Me preocupaba mi madre, yo sé que mi madre no está bien, mi madre lo ha pasado este verano fatal por una equivocación, por un amor erróneo, fue el amor de su vida, pero fue un error… Tres meses Kiko siendo el malo, que ha sufrido una infidelidad y no ha dicho nada… Podía haber hecho revistas y platos y no he hecho nada… Tres meses de mentiras, ya estoy harto”.
Kiko ha dibujado unos puntos suspensivos al final de la ‘Curva de su vida’ y es porque él no ve su futuro, ni dentro ni fuera de la casa, nada claro: “Puntos suspensivos porque he entrado en esta aventura sin querer… Yo me voy a ir el jueves porque el juicio que se ha hecho de mí estos tres meses… Puntos suspensivos porque mi relación con Sofía está destinada al fracaso como la de Gloria. Me he ido con Sofía a Maldivas, estoy enamoradísimo de ella, la echo muchísimo de menos, me encanta todo de ella… Sofía es para conocerla, te da lo que uno necesita, te sube la autoestima, es una persona que la sientes cerca, que está todo el rato contigo… Mi miedo es perderla, salir y que no esté… Me dolió muchísimo que Mila quisiera sembrar una duda… ¿No puedo tener aquí una amiga? De verdad qué tengo que tener algo con ella… Parece que estoy destinada al fracaso”.
Kiko insiste en que su relación con Estela es una simple amistad y que su corazón tiene una única dueña, pero Sofía parece haber llegado a su límite “Yo solo sé que ahora estoy viviendo una pesadilla”, ha asegurado desde el plató.