Jorge Javier Vázquez conectaba con la casa para valorar los ánimos después de la visita de Carlos Lozano y hablaba con las dos protagonistas. Los ánimos estaban mucho más calmados, Mónica decidía continuar en el concurso y el presentador les proponía un reto: Si las dos se sentaban a la mañana siguiente en la mesa, una enfrente de la otra, solas, y mantenían una conversación cordial, todos conseguirían el baño y la lavadora.