Aguasantas ha entrado agobiadísima al confesionario para decir que se quería marchar, tras ver el estado de ‘shock’ en el que Chari y Ares han salido del cubo, donde degustaron unas riquísimas gambas acompañadas de vino. Al ver que la gitana quería abandonar en serio, el programa le ha dado permiso a Ares para que le cuente la verdad y se convierta en cómplice del engaño.