Tras comerse a Bunki para cenar, los concursantes creen que su espíritu ha poseído el bunker. Piensan que las cámaras de Guadalix giran de manera anormal y muchos de ellos han visto sombras paseando por la casa. El maestro Joao pidió a la organización sal gorda para poder expulsar a la presencia de la casa, sin embargo, su petición no fue concedida. Por otro lado, Kiko Jiménez y Antonio David Flores se reían de la situación lejos de sus compañeros.