Antes de enfrentarse a la expulsión contra Antonio David, Adara recibía una sorpresa muy importante que llevaba reclamando mucho tiempo. Su padre, Jesús, subía a Guadalix para hablar con ella, darle muchos ánimos y, sobre todo, aclarar una cosa.
“Lo estás haciendo muy bien, pero hay un problemilla, esto que tienes aquí (señalando el micrófono)… se escucha todo, todo. Lo sabe todo el mundo todo, Adara y no pasa nada porque todos te estamos apoyando”, le comentaba.
“El problema que tienes que resolver es que te tienes que sincerar, o vas a una cosa, o vas a otra, o dices que tienes un lio en la cabeza que no sabes lo que quieres. Está todo controlado, no te preocupes”, continuaba Jesús mientras Adara parecía estar en shock. “Tengo miedo”, aseguraba contundente ella mientras su padre la tranquilizaba. “Yo no quería hacer daño a nadie. Ha sido sin querer”, aseguraba Adara un poco confundida con las palabras de su padre.