En un intento de pasárselo bien, Adara ha decidido gastarle una broma a Diego y le ha escondido los pepinillos que tanto le gustan dentro de su cama. Él se lo ha tomado bien y ha querido seguir jugando con ella. Diego ha decidido esconderle el antifaz y podían haber sido muy gracioso, pero Adara ha tenido la sensación de que se estaban riendo de ella y no quiso entrar en el juego.