Tras la expulsión de Isa Pantoja, Miriam Saavedra volvía a la casa para sorpresa de todos sus compañeros. El primero en percatarse de su vuelta fue Ángel Garó que la saludaba estupefacto en la cocina. “¡Hola chicos!”, decía Miriam mientras entraba en el salón y ante las caras de asombro de todos los habitantes de Guadalix.