Pilar Llori se ha enfrentado al dilema de su vida en 'Gran Hermano VIP'. El programa daba la oportunidad de llamar a su novio a cobro revertido. Hacerlo implicaría restar dinero del premio final, pero en estas semanas su cabeza ha estado entre el exterior de la casa... y su atracción y acercamiento con Luitingo, que cada vez va a más.
Pilar Llori y Luitingo se han conocido en 'Gran Hermano VIP' y su complicidad, atracción sexual y conexión es evidente. Los concursantes ya no lo esconden entre sus confesiones, pero ambos tienen pareja. Luitingo fue el primero en querer en ponerse en contacto con su novia para explicarle la situación. Acabó rompiéndose en el confesionario con Ion Aramendi en 'Gran Hermano VIP: El debate'.
"Lo mío no es una situación fácil porque es verdad que no sabía que esto era 24 horas del día tan intensas. Soy muy cariñoso, me refugio mucho en el apoyo de la gente. Las faltas de respeto nunca las he cruzado con nadie y menos con ella (...) Me sentía mal por sentirme a mí bien. Lo último que quiero es que nadie piense mal de mí. Lo que quiero decirle tanto a Paco, que es su padre, a su hermano, a su madre y sobre todo a Carmen es que si les ha molestado algo que me perdonen, les tengo mucho respeto a ellos", dijo entre lágrimas.
"Creo que nunca en mi vida he querido hacerle daño a nadie, nunca he engañado a nadie y nunca he cruzado la línea de la falta de respeto. Yo no sabía que iba a encontrar a una persona como Pilar aquí. Me siento bien con ella, me gusta hablar con ella. Nunca ha habido besos ni otro tipo de cosas, en la vida lo haría teniendo esa falta de respeto. Pero quiero pedir disculpas", expresaba Luitingo, destrozado.
En ese entonces Pilar y Luitingo estaban muy unidos, pero a partir del confesionario del concursante aún más. Además de protagonizar escenas de mucho cariño, hablaron incluso de hacerse un tatuaje juntos.
Pero su nube de ensueño se disipa cuando la mente se les va al exterior o hay situaciones que les devuelven a la realidad. Como cuando Laura Bozzo comentó que no se fiaba de ellos por "lo que están haciendo a sus parejas".
Durante la gala de 'Gran Hermano VIP', Pilar entraba a una sala donde veía un teléfono y en pantalla 'El dilema de Pilar'. "Estoy de los nervios. Fatal. Qué flojera. No sé qué va a pasar ahora mismo y veo eso y uf...", reaccionaba temblando.
Marta Flich le preguntaba entonces por sus sentimientos por Luitingo. "A ver, esto es muy complicado. No sabía que esto me podría llegar a pasar. Tengo mucha complicidad con él, un 'feeling' especial. Me hace la vida y el concurso muy fácil y me alegra haberle conocido", decía. "¿Sientes un enamoramiento?", contestaba la presentadora. "No quiero decir esa palabra porque me parece muy fuerte y aquí se intensifica todo. Yo vengo de una relación de diez años y aquí llevamos 20 días y me parece muy fuerte. No voy a ser una hipócrita pero él obviamente sí que me despierta sentimientos", confesaba.
"¿Tú que sientes cuando él te dice que 'te comería la boca siete veces'?", se cuestionaba Marta Flich. "Él también tiene una forma que... obviamente yo me pongo de los nervios (...) Le admiro a él como persona y le admiro como hombre. Creo que no hay nada más bonito que eso", añadía.
Llegó el momento de enfrentarse al dilema. Pilar Llori podía llamar a su novio restando 100 euros del premio final en concepto de 'establecimiento de llamada' y por cada 10 segundos de llamada se restarían 100 euros más. La conversación sería, además, en parte privada ya que los espectadores sólo escucharían las respuestas de la participante.
"Te juro que algo de mí me dice que tengo que llamarle pero algo de mí me dice que todavía no", explicaba en primer lugar. Finalmente, Pilar tomaba su decisión: "No puedo. No puedo. No creo que se merezca solo llamarle dos minutos. Ni tres ni cuatro. No puedo. Ahora mismo no. No sé si mañana me levantaré y me arrepentiré. Pero ahora mismo mi corazón me dice que no, que quiero hacer las cosas bien".
Momentos más tarde, Pilar Llori regresaba con sus compañeros y contaba la situación a la que se había enfrentado. Las reacciones no se hicieron esperar. Entre ellas, la de Luitingo.