Son muchas voces las que aseguran que Carlos H. es un concursante calculador y hasta misógino, en el sentido de que utiliza a las mujeres sólo para conseguir sus objetivos. Sean estas acusaciones verdaderas o no, lo cierto es que su actitud ha sido muy contradictoria. Esta ha sido su trayectoria en las dos primeras semanas del programa.
Carlos se dedica a Loli
Primero lo intentó con con una declaración directa: La única persona de que podría haber alguna relación en el mundo exterior, serías tú, le dijo a la rubia. A ella se le nota que no le importaría nada relacionarse con él e incluso le explicó cómo sería su hombre ideal: Que sea fiel, que sea humilde, que sea honesto, que no sea prepotente A lo que respondió galante: Pues entonces igual deberíamos conocernos un poco mejor. En realidad, Loli debe de estar loca por sus huesos, porque ni siquiera se inmutó cuando Carlos le dijo que le gustaba por ser cateta. Loli mantiene sonrisa y embeleso cada vez que habla con él. Loli , , Carlos Carlos
2 Poco después de esta conversación, Loli confesaba a sus compañeras:dando a entender que si el chico estuviera libre, a ella no le importaría acercarse más. Por si fuera poco, Carlos le aclaró durante un paseo que era ella la única mujer que de verdad le interesaba de la casa y especificó: No es que me disguste [refiriéndose a Gisela], porque me parece una chica superatractiva con la que me entiendo muy bien, pero con la que no hay nada más que una amistad ( ) Ya te ha quedado claro eso ¿no? Hay una afinidad pero es lo mismo que puedo ver yo contigo y con Iván ¿entiendes? No quería entrometerme porque él pasaba muchas horas con Gisela
Carlos desprecia a Gisela en el confe
Y después, el de Santander subrayaría esta distancia en el confesionario: Yo sí sé que he pasado determinadas horas junto a Gisela, la verdad es que me encuentro a gusto con ella, pero creo que también en la casa se ha malinterpretado. Y, en efecto, en la casa se malinterpretó. Y más que en la casa, en el corazón de Gisela, que no pudo evitar romper en llanto cuando se dio cuenta de que el chico del que se había enamoriscado no le prestaba ya la atención que ella deseaba.
En la casa, todos los habitantes coincidieron en que la reacción de Gisela había sido exagerada para el poco tiempo de convivencia. Pero Loli quiso ir más allá distanciándose de la que ya ha interpretado como una oponente: Yo por ejemplo con Gisela no tengo ninguna conversación porque la única conversación que tiene es: Me voy a planchar el pelo. ¿Quieres que te alise el pelo? ¿Quieres que te planche el pelo?, explicó a sus compañeras.
Las lágrimas de Gisela dejan a Carlos contra la pared
Iván, por su parte, criticó agriamente la actitud de Carlos después de que Gisela llorase ante todos por su falta de atención: Lo que no se puede es decir, no es que yo no quiero hacerla sentir mal. [refiriéndose a las excusas de Carlos]. Coño, no la hagas sentir mal ni bien. Hazla sentir como una más. Hay que ser un caballero y no hay que ir diciendo no quiero hacerla daño. Sé un caballero y cállate la puta boca.
3 Lo cierto es que Carlos fue diciendo a todos sus compañeros que en ningún caso quería hacer daño a Gisela. Pero Almudena no aceptó que el Don Juan se fuera por las ramas. Antes, cuando ha llorado Gisela, no era por su novio, lloraba por ti. Y Carlos, como no podía ser de otro modo, echó balones fuera:Yo no me voy a lanzar a nada en esta casa. O sea, puede desembocar en lo que desemboque pero de momento no puedes pedir a nadie que forme una pareja, le explicó a Almudena.
Sin embargo, para entonces, la pelota estaba en su tejado ante el público y ante los compañeros de su casa. Su conversación con Loli al respecto no dejaba lugar a dudas:
Loli a Carlos: Ella está insegura porque ella no sabe si quieres algo con ella o no.
Carlos: ¿Y qué harías tú?
Loli a Carlos: Tienes un marrón encima que te cagas.
Carlos: O sea que haga lo que haga soy yo el malo.
Loli: No, para mí no.
Carlos ¿se declara? a Gisela
Inmediatamente después de que Loli le diera vía libre, Carlos se metió en la habitación con Gisela a solas. Allí habó con ella en la intimidad, pero a nadie se le escapa que Carlos hablaba con la audiencia. Su discurso fue magistral: Yo tengo que decirte que estoy súper a gusto contigo pero también que no quiero que se nos vaya de las manos. Yo dentro de la casa tengo que intentar estar bien con el mayor número de personas posibles, pero luego fuera ya veremos. Lo dicho, Gisela quedaba satisfecha y, al parecer, la audiencia también. A Carlos H. le ha salvado su relación con las mujeres, al menos de momento.