Aunque Sergio había puesto punto y final a su relación con Sindia debido a las dudas que ésta está teniendo con respecto a sus sentimientos, parece que su amor es tan fuerte que está dispuesto a luchar por la mujer de su vida. Después de la fiesta del viernes, Sergio le dijo a Pipi que la quiere pero que ya no quiere estar con ella y que, durante su convivencia dentro de la casa, seguirián siendo amigos. "¿Y qué va a pasar cuando salgamos fuera?", le ha dicho Pipi; "Pues nada, que cada uno se irá por su lado", le ha contestado él muy diplomáticamente.
Pero, después de hacerse el duro con estas frases tan determinantes, el corazón ha empezado a mandar en la conversación. "Yo lo que realmente quiero es estar a tu lado y darte un beso y me da igual que tú no lo sientas igual que yo". A pesar de la ruptura, de los llantos, de las dudas y de todo, Pipi no puede evitar acercarse a Sergio y abrazarle y pedirle perdón y recharzarle al mismo tiempo. Y esta montaña rusa de sentimientos la está volviendo loca. "Soy una maldita perra porque yo cuando quiero a una persona me entrego toda y no pienso en otra persona. Me estoy agobiando un montón porque no está bien que yo venga aquí a meterme en la cama contigo. ¿Por qué no me puedo quedar allí con Marta? Me siento sucia y no puedo acalarte nada porque no sé qué pensar".
Así de revuelta está la relación entre Pipi y Sergio. Después de esta conversación, la concursante ha encontrado a su chico de toda la vida llorando en el salón y le ha dicho que si él quiere, los dos abandonan juntos 'Gran Hermano'. Sergio le ha contestado que no. "Eres más fuerte y más bueno que yo", le ha dicho ella, y ahí se ha quedado la cosa.