Los dos metros y pico de Nacho se pusieron en tensión cuando Saray le mandó fregar con un gesto que le pareció despectivo. “¡No soy tu chacha!”, replicó airado. Pensó que su compañera se estaba tomando demasiadas confianzas con él porque era el último en llegar: “A ver si le hablas así a alguien mas”.
Saray se molestó muchísimo con el desplante del auxiliar de enfermería y se negó a hacer las paces cuando él le pidió un beso. Al parecer, el mal rollo ya venía de tiempor atrás. “Se me ha atravesado. No quiero nada con él… El otro día Nacho estaba jugando a la pelota, fregué mogollón de cacharros y, para cuando llegó, ya los estaba aclarando y no le dije nada. Y por decirle eso me contesta como el culo…”, le comentaba a Yessi.
Nacho tampoco se va a abrir las venas porque la azafata le haya hecho la cruz. “Ya ves tú, hay catorce personas en la casa”, le dijo. No obstante, aclaraba en el confe que no le gusta llevarse mal con nadie.
Todos compañeros fueron testigos de la bronca y trataron de poner paz sin éxito. Con los ánimos más calmados, algunos bromeaban sobre los malos humos de Saray. “¡Doy fe!”, intervino Iván incapaz de morderse la lengua.