Noe se muere de celos. Juan Carlos tiene que ser suya y de nadie más. ¿Cómo es posible que quiera más a su amigo del alma Iván? “A veces pienso que eres tonto y que no te enteras de las cosas o no te quieres enterar”, le comenta sorprendida de que no sucumba a sus encantos.
De tonto no tiene un pelo el Paul Newman de la casa. Si tiene, en cambio, varios motivos para no ‘encariñarse’ con la pequeña amazona:
El primer motivo y más evidente, es que Noe tiene novio fuera, el tan mencionado Pichu. “Si no, te haría muchos más cariñitos”, promete el zalamero.
Sin embargo, la princesa de chicle de fresa últimamente dice estar decepcionada y enfadada con su príncipe azul, al parecer, porque no sabe nada de él. “¿Qué motivos tiene para no aparecer aquí?”, se pregunta. Hasta donde sabemos de la mecánica de GH, los familiares y amigos de los concursantes jamás han podido comunicarse con ellos así como así.
La lejanía le habría llevado a Noe a olvidarse del “quiero, pero no puedo” que ya dijo en otra ocasión y fijarse en otra persona. Y si esa otra persona es alguien como Juan Carlos, mejor que mejor: “Me preguntaron que haría si me metían a mi prototipo de hombre y yo les dije. ‘Pues qué voy a hacer’”.
Juancar y Raky
Otra razón de peso para no corresponder a Noe sería la edad. Juancar dice que ve a Noe como a una niña. “Voy a meter una princesita mágica en tu cabeza para que cambie tus pensamientos y a partir de ahora te van a gustar las yogurinas”, ideó la muchacha.
Por último, pero no menos importante y jamás mencionado por el maromo, Raky aderezaría un desquiciado y por ahora inexistente romance a tres bandas. Quizá fue la fiesta, quizá fue el alcohol, pero parece que a JC le gusta más la ‘alternativa’ que la ‘princesita’. “Si no tuvieras alguien fuera se liaba parda”, les oímos decirse casi al unísono.