La llegada de Adrián ha sido el empujón definitivo que ha desestabilizado por completo a una pareja que ya venía dando más de un síntoma de crisis. Aguijoneado por Gonzalo, Kristian le ha hecho la cruz al nuevo. No contento con eso, crucifica también a Sonia cada vez que se acerca a él y finge sentirse interesado en Yessica, la guapa ‘profesora’.
“Te estás equivocando y te lo digo muy enserio”, le advirtió la odontóloga. “El que se pica ajos come”, respondió él. Aquella noche no durmieron juntos.
Al día siguiente, la cosa se puso mucho peor. Sonia intentó hacerle comprender a Kristian lo absurdo de sus celos: “No te voy a engañar ni de broma. Tengo claro lo que quiero”. Pero el chico ya estaba empecinado eb que la relación se iba a pique: “Para putearnos, tú por tu lado y yo por el mío”.
Verdaderamente, esto no está funcionando. Sonia cree que su chico se ha vuelto demasiado quisquilloso, enfadándose por las cosas más disparatadas. También Kristian está convencido de que su chica ha cambiado: “Pareces otra. A lo mejor eres así de verdad y en las primeras semanas no eras así. Ahora eres más pasota, vas más a tu bola, más marimandona…”.
En lo único que están de acuerdo es que para amargarse mutuamente, no vale la pena continuar su relación. Así analizaba ella la situación:
“O conseguimos cambiarlo y volver a lo que teníamos o yo paso de estar aguantando con una persona que se enfada conmigo por cosas que no entiendo. Y lo hablamos y sigue sin entenderme y se defiende como si le estuviera atacando. Yo no te ataco. Paso muchísimas horas pendiente de ti. Cada día damos dos pasos para delante y dos para atrás. Estamos en un punto en el que no avanzamos absolutamente nada. Yo lo que quiero es disfrutar más de ti y que tú lo hagas conmigo.”