Si algo ha habido en GH Catorce son parejas extrañas. Sonia y Kristian parecen un matrimonio aburrido, con muchas discusiones y poca pasión. Igor y Miriam, por el contrario, tenían tocamientos pero no eran pareja. Pero la relación que se lleva la palma en rarezas es la de Gonzalo y Susana. Desde que la murciana tuvo un apasionado desliz con él, convenientemente corregido por la madre de la muchacha, se han convertido en inseparables.
Pero de un tiempo a esta parte, Susana se ha planteado si su relación con Gonzalo tiene trazas de convertirse en algo serio o la casa la está confundiendo igual que le pasó con Danny : "Cuando se fue Danny pensé que me moría y a las dos semanas estaba perfectamente. Aquí no se pueden tomar decisiones. Además, es que no me fío de él un pelo. Cuando salga fuera no sé si me va a tener en la cabeza, tampoco soy tonta. No me apetece que nadie sea responsable de mis cambios de humor", le suelta a Saray.
La murciana cuenta que está decidida a poner un poco de distancia con los gemelos. Charla con Gonzalo y le reprocha que de cada "diez momentos, ocho está mal". El chaval justifica que es normal pagar sus cabreos con la persona que tienes más cerca. Además, acusa a su amiga con derecho a roce de haber estado muy fría con él esta mañana, pero reconoce que "a lo mejor te estoy metiendo muchísima caña porque me gusta que estés detrás mía".
La murciana opina que deberían de cambiar la relación que tienen entre ellos y que está cansada de tener tanto cuidado con lo que dice y no quiere "estar más amargada" Le acusa al pelirojo de egoísta, aunque es consciente de que por su "bipolaridad y cambios de opinión, un día pensaba que sí y otro que no" puede parecer que ella está jugando con él y se lleva culpando "un montón de tiempo" por marearle. Asegura que ha llegado a la conclusión que sus idas y venidas no son solo culpa de ella sino por la actitud del muchacho: "me absorbes".
El 'repetido' se lo toma a mal, dice que no se va arrastrar más y no entiende sus cambios: "entonces me parecen superfalsos tus besos, ¿qué te piensas que soy aquí, tu mono de feria?", suelta. "Lo que he hecho es porque me apetecía y me salía. A lo mejor estás esperando de mí demasiado, algo que está por encima de mis posibilidades", retoma la morena.
La moza no da crédito a las acusaciones del gemelo y le pide que deje de hacerse la víctima: "esta relación ya me parece insana, parece que tengo que demostrarte todo el rato a ti todo". La muchacha explica que no es que el muchacho ya no le guste, pero que ya no puede más: "he llegado a mi tope. Yo nunca he tenido 100% nada aquí seguro".
"Me ha quedado claro, no vamos a tener más nada aquí y punto. Me dijiste que eras una persona que le daba muchas vueltas a las cosas antes de tener algo con alguien y a mí no me has demostrado eso. Un día sí, otro no. Estás siendo una persona superfalsa, no me rayes más", concluye el sevillano, que termina levantándose y marchándose del sitio, en el momento en el que empezaba a subir la voz, antes de perder los papeles.