Las cosas se caldearon en la cocina cuando Nacho advirtió a Adrián, el cocinero, que si hacía las raciones tan grandes no les llegaría la comida para el sábado. Al sevillano le irritó mucho su insistencia.
Nacho: Vamos a pasar hambre
Adrián: Cuando pases hambre me lo dices. Mientras tanto te puedes callar
Nacho: ¡Me callo cuando me salga de los cojones, no cuando tú me lo digas!
Adrián: Me estás molestando ya
Nacho: Y tú me estás molestando a mí. Solo te digo que me escuches
Adrián: Escúchame tú a mí: El cocinero manda.
Nacho: ¡Pues, ala, arrea!
Adrián: Me estas vacilando ya. Te has equivocado conmigo campeón. ¡Ojú, no te vayas a equivocar ni un pelo!
Quién sabe a dónde hubieran llegado estos dos si Kristian, el pacificador, no hubiera aparecido por allí para calmar los ánimos. Nacho acaba de llegar, pero no es la primera vez que choca con algún compañero. No hace tanto que tuvo otro desencuentro con Saray, la cual hacía esa misma tarde causa común con el cocinero y los gemelos: "Nacho hace comentarios poco acertados y gracias que no tienen gracia".
Como ha apuntado ‘El gato’ en su blog, por suerte o por desgracia, los malos rollos no están de moda en esta edición de Gran Hermano. Antes de que acabara el día, Nacho y Adri hacían las paces.