Bea y Rodrigo están muy contentos después de darse sus primeros besos. Bea ha asegurado que el madrileño besa “muy bien” con sus “labios carnosos” y Rodrigo ha explicado que la condición para besarse es que nada cambie entre ellos. Además, los dos han hecho un pacto para que nadie de la casa se entere de lo que está ocurriendo y para ello han hecho una apuesta: si se enteran por Bea, ella dejará de fumar y si se enteran por Rodrigo, él se rapará la cabeza.