Tras uno de los últimos recuentos de las monedas de las pruebas, los concursantes pensaban que el juego no lo iban a superar y que, por lo tanto, la semana que viene no habría comida. La falta de alimentos desato los nervios de muchos de los concursantes y Han, encargado de la cocina, no aguantó la presión y se derrumbó.