Hugo y María acababan de reconciliarse tras una riña de novios suscitada precisamente por el tema de la nominaciones, así que probablemente no fuera el mejor momento para que Pepe y Dani les fueran a su compañera con el cuento de que él había dicho que su chica no tenía ni voz ni voto a la hora de dar puntos.
El de Lleida negó haber mencionado tal cosa pero, eso sí, admitió haber comentado que quería manipular a María para que votara según su conveniencia. Sea como fuere, Dani cosideró tronchate seguir la bromita hasta el límite, más allá de lo que cualquiera consideraría razonable.
Tan convincente fue Dani en su farsa que María, al final, ya no estaba segura de nada y hasta dudaba si lo que le juraba su novio que era falso. Hugo no tuvo más remedio que emplazarla a ver la prueba en vídeo fuera de la casa.
Hugo aprovechó la cena para vengarse del mal rato que le había hecho pasar a su 'churri' y a él mismo. Descontento por las excusas que le daba por ser excluído de la última visita grupal al confesionario orquestada por Dani, se encaró a su miope compañero: "Cada vez que hablas mientes", le espetó. "Te estás pasando", le advirtió Dani. "Sí, me pasó, payaso", respondió el otro desafiante y abandonó la mesa.
El resto de la jornada trasncurrió en el más tenso y sepulcral silencio entre ambos y una promesa latente de nominación, que se materializó en la última gala.