Ajeno a toda la polémica que se ha generado fuera de 'Gran Hermano' por su participación en el concurso, Juan ha mostrado por primera sus preocupaciones, que no son otras que la intriga por lo que la Iglesia puede estar pensando de él.
El cura ha confesado a David que está feliz en la casa, que sabe que sus amigos y su familia le están apoyando, pero no sabe si "su mundo", también lo estará haciendo: "Mi única preocupación aquí realmente es cómo me estará viendo la gente de mi mundo y no hablo de mis amigos, porque sé que son incondicionales y me conocen, y tal y como soy aquí, soy con ellos. Hablo de mi mundo, tú ya me entiendes".
Sin saber que ha sido suspendido a Divinis mientras se encuentre dentro de la casa, Juan se ha mostrado tranquilo y con la sensación de que todo va bien, sin poder ni imaginarse todo el revuelo que ha generado su entrada en la casa. Además, ha asegurado que si ha entrado en 'Gran Hermano' no ha sido totalmente por casualidad:
"¡Que sea lo que Dios quiera, a ver qué pasa! Si el 'Jefe' me ha liado y me ha traído aquí, habrá un por qué, digo yo". Convencido totalmente de que su 'Jefe' está de acuerdo con su participación en el reality, ha comentado además que cuenta con un apoyo extra, "de arriba", para que su paso por la casa sea como él espera.
David, aprovechando la paz y serenidad que su amigo muestra en todo momento, ha querido pedirle un favor muy especial: "Pues dile a tu 'Jefe', si es el que yo creo que es, el que siempre está ahí arriba, que de vez en cuando me eche un cable, que falta me hace". Su amigo del alma, sin dudar ni un segundo, le ha contestado: "Cuenta con ello".