El cura de ‘Gran Hermano 12+1’ está pasando por sus horas más bajas en la casa. Juan ha asegurado que siempre ha sido una persona extremamente cariñosa, pero no sabe qué le pasa en Guadalix, que no termina de ser él mismo:
“Soy súper cariñoso, tú le preguntas a mi madre, a mi hermana o a mi sobrino y te dicen que soy una lapa, en el sentido de estar todo el día dándole besos. Soy así, pero sin embargo aquí me corto mucho, porque no se me olvida, sobre todo últimamente, donde estoy”.
Juan ha confesado que echa en falta muestras de cariño por parte de sus compañeros, aunque reconoce que él tampoco está siendo especialmente afectivo: “Echo de menos poder expresar más cariño y que me lo expresen, lo hecho de menos, y entonces lo que quizás en tu vida cotidiana y privada no pasa nada, un abrazo o lo que sea, pues me corta hacerlo. También es verdad que últimamente tampoco me sale con las personas con las que estoy”.
El ‘Pater’ ha explicado que no cree tener problemas con sus compañeros, ya que con la gran mayoría se lleva a la perfección, pero aún así, le atormenta el hecho de pensar que cuando sea expulsado ninguno de ellos sentirán pena por su marcha, ni lo echarán de menos después:
“Me estoy llevando bien con todo el mundo, me llevo estupendamente con Aless, con Hugo, con Noemí, con Michael, con Cristian, me llevo muy bien pero seguramente a ellos si yo no estoy tampoco me van a echar de menos, es a eso a lo que me refiero, me llevo bien pero tampoco es una relación, sin embargo sé que si se va Noe a Hugo y a Aless les va a doler muchísimo, porque ahí hay unas relaciones personales muy estrechas, no sé hasta qué punto profundas pero sí estrechas. Sin embargo, yo estoy pasando por la casa, en ese sentido, como un pez solitario”.
Estos pensamientos están llevando al límite a Juan, que incluso ha insinuado que su tiempo en ‘Gran Hermano 12+1’ podría estar llegando a su fin, porque ya no se encuentra todo lo cómodo que a él le gustaría: “Tengo más lazos con Michael y con Cristian, en el sentido de que son dos personas con las que noto que hay más feeling, más cercanía, más aprecio. Estoy seguro que el hecho de que yo me marchara le daría pena, quizá, a dos personas, pero a nadie más. Son tonterías que piensa uno aquí dentro y cuando pienso esas cosa me viene como esa sensación de decir ‘pues hasta aquí”.