La entrada de Aris fue, como mínimo, triunfal. Todos sus nuevos compañeros le recibieron con los brazos abiertos y se mostraron conmovidos por su historia. Incluso las chicas no tenían ningún reparo en mostrar su interés por él…
Así, Sindia, Noemí y compañía no paraban de comentar lo mucho que les atraía: “está buenorro”, “es guapete” y un largo etcétera. Todo ello acompañado por miraditas y risas cómplices entre ellas, cada vez que le veían sin camiseta.
Pero no es oro todo lo que reluce… Y es que, pocos días después de su entrada, varios habitantes de la casa han empezado a criticar su actitud. Ochoa, por ejemplo, afirmaba en el confesionario que ella habría donado el dinero directamente a la organización benéfica. Recordemos que él asegura que le devuelve el favor a la sociedad entrando en Gran Hermano.
Juan, por su parte, ha asegurado que su entrada estuvo muy bien, contando su historia, para poder integrarse en el grupo, pero ha añadido que “ahora, ya tiene que dejar su historia un poco, porque puede resultar demasiado victimista y reiterativo”.
Otros como Ariadna han asegurado que “parece que quiere dar pena”. Sindia ha ido más allá y ha dicho que ella, cuando ve el concurso, no vota pensando en quién ha sufrido más, y ha añadido que “estando aquí, todos tenemos las mismas condiciones”.
Él, por su parte, ajeno a estas críticas, ha hablado de las nominaciones y ha explicado que le daría mucha pena si le nominaran, porque quiere seguir con su proyecto y “llegar lejos. Voy a luchar por todos los medios para quedarme en esta casa”. Veremos si los demás concursantes opinan lo mismo…