Aunque es entrenador de fútbol tiene muchas pasiones: los cómics, tanto que le encantaría vivir su vida como uno de sus protagonistas, la guitarra y los tatuajes: "quién sabe si en un futuro podré dedicarme a ello". Para Kristian, sus amigos son imprescindibles, forman "un grupo muy sólido" pero en su vida es aún más importante Noah, su sobrina, y la encargada de darle su apodo: pelos locos.