Justo antes de conocer quién era el elegido por la audiencia para abandonar la casa y mientras los porcentajes variaban por momentos, Mercedes Milá les tenía preparados un último regalo, los vídeos clave de su batalla particular. Era el momento de verlo y explicarlo todo. La novia de Kristian empezó fuerte, “en el rencuentro de 20 minutos, me habló con chulería, con prepotencia, me porfiaba y utilizaba el haber estado fuera y los vídeos que había visto para hundirme”. Sonia nunca entendió la actitud de Igor con ella, ni incluso después de ver los vídeos en los que decía a Kris que había que tener cuidado con Igor y el vídeo en el que decía a Adrián que si alguien le había hecho dudar de él era el vasco, “no me siento ni mal, ni falsa por nada de lo que he visto”, dijo Sonia.

Igor tenía especial interés en dejar algo claro: “En todos los vídeos que he visto no le he faltado al respeto ni una sola vez y le he hablado correctamente. Le dije lo que no me había gustado su actitud conmigo y que ha tenido dos caras”. Igor no estaba de acuerdo con la actitud de victimismo que había tomado Sonia tras su repesca y es más, todo podría haber cambiado con una disculpa: “simplemente si hubiera escuchado un lo siento, seguramente no habría tenido la misma actitud en el rencuentro”.

Llegó el momento de ver juntos el vídeo del encuentro y Mercedes Milá quiso intervenir: “Igor no te gritó todo el rato, no fue así Sonia”.

“Entiendo que no se le ve gritándome todo el rato. Yo a lo que me refería es que estuvo todo el rato, lo prometo, con actitud de chulería. Es lo que yo sentí, diciendo cosas que yo no era. A lo mejor me confundí al decir gritar, pero te prometo que la actitud que tuvo ahí a la que tuvo luego en la casa, era completamente diferente”. Esta fue la defensa de Sonia.

Así llegaba el momento álgido del cara a cara, Sonia no quería que España se quedara con la visión que Igor había dado de ella: “Yo no he venido a jugar, he venido a divertirme me presenté a esto para disfrutar y vivir algo diferente. No vengo a por los trescientos mil euros. No tengo nada preparado, no soy así. Que este señor no diga lo que no soy. Esa no es mi cualidad”. Igor insistía en que él no había juzgado nada que no hubiera visto antes en un vídeo, “nunca la he llamado manipuladora, ni he sido chulo con ella ni la he gritado en ningún momento. El día del encuentro, mis primeras palabras fueron, Sonia, ¿tienes algo que quieras decirme? Y me dijo que no, a partir de ahí, tenía que aguantar lo que le cayera”.

Uno de los últimos vídeos de esta tensísimo cara a cara recogía la opinión de Igor sobre el deseo que Sonia pidió al Gran H. Al repescado le llamaba la atención que ella pidiera esa cena romántica justo cuando él volvió a la casa. Sonia no daba crédito a lo que estaba viendo: “Son ganas de buscarme las vueltas. Yo pasé una semana muy mala y pedí ese deseo para agradecer a Kris que me estuviera cudiando. Que él opine que yo pida eso por algo más, me parece algo descabellado”.

Por supuesto, Igor tuvo oportunidad de responder: “Lo que yo he opinado lo he hecho en mi confesionario en el momento que yo tengo para dar mis opiniones y no a mis compañeros. Con los gritos del exterior, aunque decías que no me lo dijeran, te ha faltado tiempo para decírselo a cuatro personas”.

Como era de esperar, este último cara a cara no sirvió de ninguna manera para limar asperezas, si no todo lo contrario. Al final la audiencia se quedó con Igor, Sonia salió expulsada y no hubo ni tan siquiera un gesto de compañerismo.