Gonzalo estaba un tanto ahogado en la casa debido a alguna información que había recibido. Explicaba que a Álvaro se le había escapado que Mª José, la madre de Susana, le había encomendado la misión de mantenerle un poco alejado de su hija y se preguntaba el porqué.
“No sé qué puede estar viendo María José de mí”, decía, “no sé por qué le sienta mal que esté con su hija”. Está claro que Gonzalo está preocupado por cómo pueda afectar la opinión de su madre a Susana y él quería dejar claro que sus intenciones son buenas: “No sería capaz de hacerle daño", decía.
Además, quería explicar tanto a su familia como a la de Susana que no harán nada que pueda herirles: “Susana se lo ha tomado como que su familia al vernos dormir juntos puede interpretar cosas que no van a ocurrir, no vamos a faltar al respeto a nuestras familias”.
Gonzalo explicaba que solo quiere hacerle feliz y estar con ella en momentos buenos y malos: “que no dude nunca de mi palabra, por favor, que confíe en mí porque jamás sería capaz de hacerle daño”, concluía.
“Es un chico valiente”, decía Mercedes Milá desde plató y Mª José, madre de Susana, le daba la razón: “no hablé nada con Álvaro de eso”, explicaba, “no es verdad”. Afirmaba que solo le encomendó que le diera a Susana un beso de su parte: “le dije que lo intentara de manera que no se notara mucho, solo que le diera un beso”.
Mª José ve a su hija feliz y, por ello, está contenta. Entiende que su hija piense eso tras lo que le dijo en la gala en la que los familiares nominaron por ellos, ocasión en la que insinuó que las amigas eran más importantes que los chicos. “Claro pero ¿Cuánto hace de eso?”, preguntaba Mª José.