Más nervioso que la primera vez y con las mismas ganas de estar en la casa de 'Gran Hermano catorce'. La caída que Álvaro sufrió en el inicio del reality le ha mantenido lejos durante 77 días, pero el día de su vuelta ha llegado. Álvaro quiere olvidar todo lo que ha visto de sus compañeros y conocerlos en persona pero, tras una rehabilitación dura, solo quiere una cosa: "reírme mucho".