Aunque Sonia tiene claro que no piensa ceder a sus instintos sexuales dentro de la casa de Guadalix de la Sierra, la tensión sexual no resuelta que existe entre la pareja hace que ambos se muestren cada día más nerviosos.
Kristian, que respeta la decisión de su chica, no puede evitar tener sueños de lo más tórridos con Sonia. El concursante se ha pasado toda la noche sudando, rozándose con la canaria y sin parar de tocarla, algo que ella ha intentado parar sin demasiado éxito.
Tal es la tensión sexual que existe entre ellos, que la pareja hasta se ha inventado un nuevo 'idioma' para poder hablar de sus deseos sexuales libremente. Términos como peinarse o reírse son empleados por ellos para decirse las ganas que tienen de pasar a mayores en su relación, basada hasta este momento en besos y caricias.
"No peinarme me está costando mucho esta noche", le ha dicho Sonia a Kris para explicarle lo difícil que le está siendo no acostarse con él. "¿Pero te ríes muy alto?", le respondía 'el pelocho' a la canaria refiriéndose a su comportamiento dentro de la cama. Lo que está claro es que las cosas entre la pareja están cada días más subiditas de tono y que a ambos les va a costar seguir poniéndole freno a sus deseos.
Sonia bromea con Kris sobre su celibato
Kristian y Sonia tienen todo tipo de problemas. Celos, peleas e incompatibilidades a los que se suma una frustración más: Sonia juró y perjuró que no iba a consumar su relación con Kristian dentro de la casa de 'Gran Hermano' y está decidida a seguir adelante con su celibato. "¿Cuánto tiempo llevamos aquí?", le ha preguntado a Kristian; "Dos meses y tres semanas", ha dicho él; "Y sin pinchar", le ha recordado la canaria a su chico. Y eso, duele.