El debate final de ‘Gran Hermano’ ha estado dividido en dos bandos: los amigos y los enemigos de Igor. Más numerosos los últimos que los primeros. Mercedes fue quien lideró la discusión, aprovechando que los concursantes ya no se jugaban nada y podía hablar con sinceridad: “Yo no puedo tener buen rollo con un tío que actúa así. Siempre te voy a ver como un tío que miente”.